Tegucigalpa, Honduras.- Una nueva polémica ha sacudido el panorama político hondureño luego de que el precandidato presidencial Salvador Nasralla profiriera una frase considerada ofensiva y denigrante contra la también aspirante a la Presidencia por el Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada.
Durante una entrevista brindada a Radio América, Nasralla menospreció las posibilidades de sus contendientes y, al referirse a Moncada, afirmó entre risas: “¿Rixi Moncada? La odia hasta la madre que la parió”. La frase fue calificada como hiriente, misógina y cruel, no solo por sus connotaciones personales, sino porque hace alusión a la madre de Moncada, fallecida hace casi un año.
La respuesta del oficialismo no se hizo esperar. Uno de los primeros en reaccionar fue Mario Moncada, hermano de Rixi y actual comisionado nacional de Deportes, quien a través de sus redes sociales condenó enérgicamente las declaraciones de Nasralla. “No solo es una vileza, es una mentira cruel que atenta contra la memoria de nuestra madre, que en paz descanse”, expresó.
Mario recordó que su madre sentía un profundo amor por todos sus hijos, y que Rixi fue siempre su “mayor orgullo”. Añadió que la agresividad verbal de Nasralla “evidencia su verdadera naturaleza” y que una persona con ese nivel de crueldad no puede pretender liderar los destinos de la nación.
“Quien utiliza el insulto como arma política revela su falta de integridad y empatía. Esa frase lo perseguirá, lo condenará y lo hundirá para siempre. Jamás será presidente de la República”, concluyó.
A esta postura se sumaron otras voces del Gobierno y del oficialismo, incluyendo al canciller Enrique Reina, el ministro de Planificación Ricardo Salgado, el secretario de Educación José Carlos Cardona, y el director del Instituto Nacional de la Juventud, Octavio Pineda, quienes coincidieron en repudiar el lenguaje vulgar y ofensivo empleado por el precandidato liberal.
Este episodio reabre el debate sobre los límites del discurso político y el respeto a la dignidad humana en el marco de las elecciones generales de 2025. Mientras tanto, el silencio de Nasralla tras sus polémicas palabras refuerza la percepción de insensibilidad y arrogancia que, según analistas, podría costarle respaldo popular en sectores clave del electorado. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com