Guadalupe, Santa Fe ,Colón., Honduras.- La energía vibrante de los tambores y el eco de una herencia ancestral se tomaron este viernes las calles de Guadalupe, donde comunidades garífunas de todo Honduras se reunieron para conmemorar 228 años de presencia viva en el país.

El evento, cargado de identidad, orgullo y resistencia, es parte central del Mes de la Herencia Africana, una celebración nacional que se extiende durante todo abril con actividades culturales, educativas y conmemorativas a lo largo del país.

Desde primeras horas del día, la comunidad garífuna se dio cita para rendir tributo a sus ancestros, recordar sus raíces y reafirmar su rol en la construcción del país. Como es tradición, la música, la danza y la gastronomía garífuna fueron protagonistas, envolviendo a locales y visitantes en un ambiente de alegría y profunda conexión cultural.

Los asistentes también rindieron homenaje al reconocido artista y líder cultural Aurelio Martínez, quien ha sido un símbolo de resistencia, identidad y arte para las generaciones garífunas.

La historia recuerda que fue un 12 de abril de 1797 cuando los primeros negros llegaron a la isla de Roatán, tras ser desplazados desde San Vicente. Desde ahí, comenzó la expansión de los 36 pueblos garífunas que hoy forman parte esencial del paisaje humano y cultural de Honduras.

Este tipo de celebraciones no solo mantienen viva la memoria colectiva, sino que refuerzan el llamado de las comunidades a ser escuchadas, respetadas y reconocidas en un país que aún les debe justicia histórica. Redacción Ruth Corrales

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