Tegucigalpa, Honduras.- Pese a los efectos del cambio climático, Honduras logró asegurar el abastecimiento de los principales granos básicos que conforman la mesa de las familias hondureñas, según revela el informe preliminar de cierre 2025 presentado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), que destaca un crecimiento sostenido en la producción nacional.
El reporte oficial subraya que la producción de frijol mostró una tendencia positiva, al pasar de 2.9 millones de quintales en 2022 a 3.4 millones en 2023 y 2024, con una proyección optimista de entre 3.5 y 3.8 millones de quintales para 2025, fortaleciendo así la seguridad alimentaria del país.
En el caso del maíz, uno de los pilares de la dieta hondureña, la SAG informó que la producción aumentó de 15 millones de quintales en 2022 a 16 millones en 2023, manteniéndose en 15.8 millones en 2024, con una estimación de al menos 17.3 millones de quintales para 2025, reflejo de las políticas de apoyo al agro y la mejora en prácticas productivas.
Respecto al arroz, el informe detalla que la producción se estabilizó en 2024, registrando una merma mínima del 4.6 % en comparación con 2023; sin embargo, los rendimientos crecieron un notable 42.7 %, permitiendo proyectar una producción cercana a los 530 mil quintales para 2025.
La SAG resaltó que “estas acciones consolidan al sector agroalimentario como un eje estratégico para la seguridad alimentaria, la generación de empleo y el crecimiento económico sostenible del país”, enfatizando el impacto directo en miles de familias productoras.
Por su parte, la ministra de Agricultura y Ganadería, Laura Elena Suazo, afirmó que “la reactivación del agro ha sido una prioridad del gobierno de la presidenta Xiomara Castro; invertir en el campo significa garantizar alimentos, empleo y mejores condiciones de vida para nuestras familias productoras”.
Como resultado de esta estrategia integral, Honduras logró reducir la inseguridad alimentaria en más de un 12 %, beneficiando especialmente a comunidades rurales, pequeños productores y consumidores, consolidando así al sector agrícola como motor clave del desarrollo nacional. Redacción Laura Valladares
