Olancho, Honduras.- La Iglesia Católica, comunidades de fe y sectores sociales en Honduras conmemoran este miércoles 25 de junio los 50 años de la masacre de Los Horcones, uno de los capítulos más dolorosos de la historia reciente del país, en el que fueron asesinados 14 líderes campesinos y religiosos en Olancho durante una lucha por la reforma agraria.
El acto central se llevará a cabo en las instalaciones de Radio Progreso, medio de comunicación del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) de los Jesuitas. La jornada comenzará con una eucaristía solemne en memoria de las víctimas, seguida de la presentación del documental:
“Entre la memoria y el olvido: 50 años de la masacre de Santa Clara y Los Horcones”.
“50 años, Mártires de Los Horcones: ¡Tierra, Verdad y Justicia!”
Bajo este lema, la conmemoración se extiende también a Catacamas, Gualaco y Tegucigalpa, donde distintas organizaciones, iglesias y comunidades realizan actos en memoria de los mártires.
En la iglesia San Francisco de Asís en Catacamas, se recuerda con profunda devoción al sacerdote Iván Betancourt, uno de los mártires. También se honra la vida del padre Michael Jerome Cypher, misionero asesinado mientras servía en la parroquia de Gualaco.
En la capital, el Partido Demócrata Cristiano de Honduras anunció actividades especiales para rendir homenaje a las víctimas y mantener viva su memoria histórica.
Contexto histórico: sangre derramada por la tierra
El 25 de junio de 1975, miembros de la Unión Nacional de Campesinos (UNC) emprendían una “marcha de hambre” hacia Tegucigalpa para exigir justicia por la detención de 25 compañeros por toma de tierras. Pero fueron interceptados brutalmente por militares y terratenientes en la instalación de Santa Clara, Olancho. Los capturados fueron llevados a la hacienda Los Horcones, donde fueron asesinados y sus cuerpos arrojados a un pozo que luego fue dinamitado.
Por estos hechos fueron condenados los militares José Enrique Chinchilla y Benjamín Plata, junto con los civiles José Manuel Zelaya Ordóñez y Carlos Bahr, aunque posteriormente fueron liberados bajo amnistía por el régimen de turno.
La memoria no se entierra
A 50 años de la masacre, las voces de los mártires siguen presentes en la lucha por una Honduras más justa, libre y solidaria. Su legado inspira nuevas generaciones a defender la vida, la tierra y la verdad.
“Donde hay memoria, hay esperanza. Donde hay justicia, hay paz.” Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com