Tegucigalpa, Honduras.- Más de 180 empleados del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (SENASA) han sido notificados sobre la rescisión de sus contratos laborales.
El despido, efectivo a partir del 18 de julio de 2024, afecta tanto a empleados de las oficinas centrales como regionales del SENASA, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).
La Resolución de Rescisión Interna de Nombramiento No. 003-2024 establece que la relación laboral de estos trabajadores, bajo la modalidad de jornal y contrato, concluirá este jueves. Este movimiento ha generado un profundo malestar entre los afectados, quienes consideran que esta acción deja a muchas familias en una situación precaria.
El artículo 85 del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el Ejercicio Fiscal 2024 ha sido citado como la base legal para este despido masivo. Según el Decreto No. 62-2023, este artículo prohíbe ampliaciones presupuestarias para el subgrupo de gasto 12000, relacionado con el personal por contrato, y limita las contrataciones a los montos aprobados en el presupuesto.
El director general del SENASA, Ángel Aguilar, expresó su agradecimiento a los empleados por su dedicación y servicios prestados. En sus declaraciones, Aguilar pidió a los empleados que gestionen sus trámites de finiquito con sus jefes inmediatos, asegurando que el pago de los salarios correspondientes está en proceso.
Este evento se suma a una ola previa de despidos ocurrida a principios de julio, donde unos 80 empleados de la SAG también fueron cesados. La constante reducción de personal ha generado un clima de incertidumbre y descontento entre los empleados públicos.
Los empleados han descrito esta situación como una “masacre laboral”, argumentando que la medida deja a sus familias en una situación de incertidumbre y preocupación por el futuro. La comunidad laboral de la región se enfrenta a un desafío significativo mientras intenta adaptarse a esta nueva realidad. Redacción Ruth Corrales