Tegucigalpa, Honduras.- Un nuevo desafío se cierne sobre los productores agrícolas hondureños: la posible imposición de un arancel del 10 % por parte de Estados Unidos a las exportaciones del sector, medida que aún está en suspenso pero que, de aplicarse, tendría efectos negativos tanto en la economía nacional como en los precios de productos agrícolas en el mercado estadounidense.

La respuesta de Honduras fue inmediata. Fredis Cerrato, secretario de Desarrollo Económico, pidió públicamente a las autoridades de EE. UU. eliminar dicho arancel, advirtiendo que esta medida no solo afecta la competitividad del agro hondureño, sino que también impactará directamente a los consumidores norteamericanos. “Nosotros somos un comercio necesario”, expresó Cerrato, agregando que, al imponer un arancel del 10 %, también se incrementan los costos para el consumidor norteamericano, en productos que muchas veces no pueden cultivarse en EE. UU., como el café hondureño.

Desigualdad en el mercado internacional

Cerrato expresó además su preocupación por la desventaja competitiva que enfrentan los productores nacionales frente a países como México, beneficiados por tratados como el T-MEC, lo que otorga a sus productos acceso libre de aranceles al mercado estadounidense. “No se trata solo de proteger a nuestros productores, sino de poder competir en igualdad de condiciones”, señaló Cerrato, quien insistió en que la relación con EE. UU. debe mantenerse fuerte, pero justa.

Aranceles bajo la sombra de Trump

El funcionario también se refirió al origen de esta política comercial, impulsada bajo la administración de Donald Trump, calificándola como inestable y perjudicial para países en vías de desarrollo. “Trump genera incertidumbre en el mundo entero: en la mañana decide una cosa, en la tarde otra y en la noche otra. No sabemos a qué atenernos”, afirmó.

Según el calendario establecido, la entrada en vigor de los aranceles está prevista para el 1 de agosto de 2025, lo que ha encendido las alarmas en sectores productivos y de exportación.

Apuesta por nuevos mercados, sin cerrar puertas

Aunque el gobierno de Xiomara Castro mantiene firme su relación con Estados Unidos, también ha manifestado su interés en diversificar sus alianzas comerciales, buscando nuevos socios estratégicos que ofrezcan condiciones más favorables para el crecimiento agrícola. “Queremos seguir cultivando la relación con Estados Unidos, pero también estamos buscando nuevos mercados que ofrezcan oportunidades reales para nuestros productores”, reiteró Cerrato.

El campo en juego

La agricultura sigue siendo uno de los motores fundamentales de la economía hondureña. Sectores como el café, el banano, la palma africana y el melón generan empleo, dinamizan comunidades rurales y son clave en las exportaciones del país.

Un arancel del 10 % no solo compromete su rentabilidad, sino que amenaza su permanencia en el mercado internacional. Por eso, Honduras alza la voz para defender su agro, su economía y a las miles de familias que viven del campo. Redacción Laura Valladares

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!