Tegucigalpa, Honduras.- El reciente aumento del 4% en la tasa de registro vehicular ha generado un evidente malestar entre los dueños de carros en Honduras. Desde el mes de julio, los propietarios deberán enfrentar este incremento durante el proceso de pago de matrícula, una medida que las autoridades del Instituto de la Propiedad (IP) han justificado con la proyección de recaudar unos 4,150 millones de lempiras.
Elisa Borjas, directora del IP, confirmó que en 43 municipios, incluyendo el Distrito Central, Comayagua, Choluteca y Catacamas, se aplicará esta nueva tarifa a partir del 1 de julio. Esta noticia ha generado reacciones mixtas entre la población, que en su mayoría rechaza el incremento, aunque reconocen que poco pueden hacer para evitarlo.
Durante el 2023, se recaudaron 4,002.2 millones de lempiras por concepto de tasa vehicular anual, lo que representa un incremento del 11% comparando los dos últimos años. Este año, la Dirección del Registro Vehicular proyecta una mayor recaudación, a pesar del descontento ciudadano.
La amnistía de la tasa vehicular, aprobada por el Congreso Nacional a inicios de febrero, finaliza el 1 de agosto. Esto ha generado una carrera contra el tiempo para muchos propietarios que buscan regularizar su situación antes de que se aplique la nueva tarifa.
El aumento en la tasa vehicular no solo impacta económicamente a los dueños de carros, sino que también refleja la constante tensión entre las decisiones gubernamentales y la aceptación popular. A medida que se acerca la fecha límite, las autoridades instan a la población a cumplir con sus obligaciones, mientras los ciudadanos expresan su descontento en redes sociales y medios de comunicación.
En resumen, el aumento del 4% en la tasa de registro vehicular ha desencadenado una ola de protestas y resignación entre los propietarios de vehículos en Honduras. La medida, que busca incrementar la recaudación estatal, enfrenta el rechazo de una población que siente el peso de una carga económica adicional en un contexto de inflación y crisis económica. Las próximas semanas serán cruciales para observar cómo evolucionará esta situación y si habrá alguna respuesta significativa por parte de las autoridades frente al clamor popular. Laura Valladares.