Tegucigalpa, Honduras.- La represa “Los Laureles”, principal fuente de agua potable para los capitalinos, se encuentra en una situación crítica debido a la falta de lluvias. Con una creciente demanda de agua y el desabastecimiento en esta represa, el gobierno municipal ha implementado un racionamiento del servicio que puede durar hasta seis días, sin reducción en el costo para los usuarios.

La situación es especialmente caótica para los habitantes de las zonas altas de la ciudad, quienes deben recurrir a la compra de agua en barriles a precios exorbitantes, alcanzando hasta 100 lempiras por barril, según denuncias de los afectados. Además de Los Laureles, la capital se abastece de las represas La Concepción y El Picacho, pero estas también están afectadas por la sequía.

Desde la década de los 70, los alcaldes no han logrado construir nuevos embalses. Sin embargo, la administración actual ha iniciado la construcción de una nueva represa en los alrededores, con un avance del 50%.

El Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), ahora bajo la administración del servicio municipal de aguas, reporta tener 60,388 clientes conectados, con un consumo estimado entre 1.8 y 2.6 millones de metros cúbicos de agua mensuales. Redacción Bruce Villatoro CEO QuienOpina.Com

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