Tegucigalpa, Honduras.- El expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Julio Raudales, advirtió que el tipo de cambio del dólar podría alcanzar entre 35 y 40 lempiras si no fuera por el masivo flujo de remesas que millones de hondureños envían desde el extranjero.
“Sin las remesas, el dólar estaría disparado”, sentenció Raudales al subrayar que las divisas enviadas por los migrantes ya representan casi una tercera parte del PIB nacional, a pesar de no formar parte directamente del esfuerzo económico interno del país. “El monto es tan elevado que ya supera ampliamente a sectores clave de la economía nacional. Es el principal generador de dólares sin depender directamente de la producción interna”, explicó el economista.
Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), hasta mayo de este año, las remesas ya suman 4,633.7 millones de dólares, mientras que el tipo de cambio oficial al cierre de este viernes se sitúa en 26.0656 lempiras por dólar.
Raudales también alertó sobre la fragilidad estructural de la economía hondureña, que depende excesivamente de los flujos migratorios y las políticas internacionales de Estados Unidos, como las deportaciones o nuevos impuestos sobre las remesas. “Estamos en manos de decisiones externas. Una variación en la política migratoria estadounidense puede poner en jaque la estabilidad cambiaria y económica del país”, advirtió.
Esta dependencia, según el analista, coloca al país en una posición vulnerable ante eventos geopolíticos y cambios en la regulación fiscal internacional.
Honduras se sostiene gracias al dinero que envían los migrantes, pero esta “muleta económica” es inestable y está sujeta a factores externos. Sin ese flujo constante, la moneda nacional estaría en crisis cambiaria, lo que elevaría aún más el costo de vida y la inflación. Redacción Laura Valladares