Tegucigalpa, Honduras.- Cada día, Honduras acelera más. El rugir constante de motores en calles y carreteras confirma una realidad que ya no puede ignorarse: el país vive una explosión vehicular sin precedentes. Según los últimos datos del Banco Central de Honduras (BCH) y el Instituto de la Propiedad (IP), el parque vehicular nacional alcanzó los 3 millones 359 mil vehículos al cierre de 2024, rompiendo récords y encendiendo alertas.

Motocicletas al frente del tráfico

Con 1 millón 620 mil 800 motocicletas registradas —el 48.3 % del total—, estos vehículos de dos ruedas lideran la movilidad urbana. ¿La razón? Su bajo costo, financiamiento accesible y la facilidad para sortear los embotellamientos que agobian a las principales ciudades del país.

Pick-ups, autos y camiones: la diversidad del parque

Tras las motocicletas, los pick-ups representan el 16 % del parque con 538 mil 700 unidades, convertidos en herramienta clave para comerciantes y trabajadores. Le siguen los turismos (14.5 %, con 480 mil 900 autos) y las camionetas (11.6 %, con 389 mil unidades). Camiones y autobuses, esenciales para la logística nacional, cierran la lista con 329 mil 800 unidades (9.8 % del total).

Gasolina, el combustible del crecimiento

El informe revela que el 80.1 % de los vehículos hondureños funcionan con gasolina, es decir, más de 2 millones 689 mil unidades. El uso del diésel es minoritario, con apenas 81 mil 900 vehículos, lo que refleja una fuerte dependencia energética y un consumo creciente de combustibles fósiles.

Francisco Morazán y Cortés, los ejes del tránsito

Los departamentos de Francisco Morazán (24.3 %) y Cortés (21.9 %) concentran casi la mitad de todos los vehículos del país, reflejando la intensa actividad urbana en Tegucigalpa y San Pedro Sula, ciudades donde la movilidad se ha convertido en un verdadero campo de batalla.

¿Crecimiento o crisis?

El ingreso neto de 337 mil 500 nuevos vehículos solo en 2024 plantea una pregunta urgente:
¿Está Honduras preparada para sostener este ritmo?

La expansión vehicular promete desarrollo, pero también estrés vial, contaminación y desafíos de infraestructura urbana que deben atenderse ya. Mientras tanto, cada nuevo motor que se enciende redefine el presente y el futuro del país. Redacción Martha C.C.

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