Una huelga de trabajadores en puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos, desde Maine hasta Texas, ha detenido el flujo de comercio en gran parte del país en las últimas horas. Los empleados, representados por la International Longshoremen’s Association (ILA), exigen un aumento salarial significativo y se oponen al uso de equipos automatizados en los muelles.

La huelga comenzó después de que las negociaciones con la United States Maritime Alliance (USMX) fracasaran antes de la fecha límite del 30 de septiembre, de acuerdo con información del Wall Street Journal (WSJ).

La ILA busca elevar la tarifa base por hora de sus aproximadamente 45,000 miembros de USD 39 a USD 69, un incremento del 77% en seis años, como condición para reanudar las conversaciones con los empleadores marítimos. Harold Daggett, presidente de la ILA, rechazó una oferta de aumento salarial del 50% en seis años, que mejoraba una propuesta anterior del 40%.

Daggett argumenta que sus trabajadores merecen una parte de los cientos de miles de millones de dólares que las mayores compañías navieras del mundo ganaron durante la pandemia de Covid-19 y las recientes interrupciones en la cadena de suministro causadas por conflictos en el Medio Oriente.

Cientos de trabajadores portuarios, que suelen ganar salarios anuales de seis cifras debido a las reglas laborales y los requisitos de horas extras, se reunieron afuera de las instalaciones portuarias en Nueva Jersey, protestando contra la automatización y ondeando banderas estadounidenses.

La Casa Blanca está poniendo presión sobre el grupo de empleadores para que aumente su oferta salarial y está instando a ambas partes a llegar a un acuerdo. Sin embargo, aún quedan por negociar temas espinosos como el uso ampliado de la automatización, que el sindicato quiere prohibir.

Afectaciones a gran escala

El paro llevó al cierre de algunas de las principales puertas de entrada del país para importaciones de alimentos, vehículos, maquinaria pesada, materiales de construcción, productos químicos, muebles, ropa y juguetes.

Los grandes minoristas, que están comenzando su ajetreada temporada de compras de otoño, afirman que pueden soportar la desaceleración por ahora, ya que trajeron productos antes de lo habitual este año y desviaron otras cargas a puertos de la costa oeste en caso de huelga. Además, los ejecutivos advierten que una huelga que dure una semana o más aumentaría los costos de envío y podría desencadenar escasez de productos.

Brian Dodge, presidente de la Retail Industry Leaders Association, que representa a tiendas como Best Buy, Home Depot, Gap y Dollar General, aseguró que los compradores pueden estar tranquilos de que los productos navideños estarán en los estantes. Sin embargo, advirtió que cuanto más dure la huelga, más difícil será proteger a los clientes de sus efectos, dijo al WSJ.

Susanne Waidzunas, gerente global de suministros de Inter IKEA Holding, aseguró por su parte que la empresa estaba retirando sus contenedores que habían llegado al puerto de Nueva York y Nueva Jersey lo más rápido posible antes del cierre. Waidzunas destacó que la empresa ha aprendido mucho durante la pandemia sobre cómo navegar y minimizar el impacto de las interrupciones.

Un paro de una semana podría inmovilizar los barcos durante períodos mucho más largos, lo que podría exacerbar los retrasos en los envíos, consumir capacidad y aumentar las tarifas de flete, advirtieron algunos analistas de la industria consultados por NBC News.

Aproximadamente el 60% del comercio de contenedores se mueve a través de los puertos de la costa este y del golfo de los Estados Unidos, donde los estibadores de la ILA descargaron alrededor de 588 mil millones de dólares en importaciones el año pasado, según S&P Global Market Intelligence.

Los analistas de J.P. Morgan estiman que una huelga en los puertos costaría a la economía de Estados Unidos entre 3.8 mil millones y 4.5 mil millones de dólares por día, parte de lo cual se recuperaría una vez que se reanuden las operaciones normales.

El puerto de Nueva York y Nueva Jersey, el tercer puerto de contenedores más activo del país, manejó el equivalente a más de 420,000 contenedores importados en julio. Ese mismo mes, el puerto de Baltimore, la mayor puerta de entrada del país para automóviles y camiones ligeros, procesó más de 34,000 vehículos nuevos.

Con Información de Infobae

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