El Instituto de Conservación Forestal (ICF), con el apoyo del Gobierno de Honduras, intensifica la supervisión de la veda forestal de caoba, establecida para proteger los bosques naturales del país durante un período de 30 años. Este esfuerzo, enmarcado dentro de la estrategia nacional «Cero Deforestación al 2029», busca garantizar la sostenibilidad de los recursos forestales y promover un desarrollo económico que respete el medio ambiente.
Auditorías y manejo sostenible de los recursos forestales
Durante 2024, el ICF aprobó 110 planes de manejo forestal, que abarcan un área de 11,245 hectáreas, con una producción de 283 mil metros cúbicos de madera extraída bajo estrictos estándares de sostenibilidad. Estas acciones se enfocan en la gestión legal y técnica de los recursos, asegurando la perpetuidad del bosque y generando beneficios tanto económicos como ecológicos para las comunidades.
Además, el ICF realizó 76 auditorías técnicas en diferentes regiones del país, verificando que las áreas de aprovechamiento cumplan con los lineamientos de la normativa forestal vigente. Estas inspecciones son fundamentales para garantizar que la madera utilizada en industrias y comercios tenga un origen sostenible y certificado.
Certificación de plantaciones: clave para la sostenibilidad
Otro pilar del trabajo del ICF es la promoción de plantaciones forestales responsables, que complementan los esfuerzos de conservación. En 2024, se otorgaron 88 certificados de plantación a silvicultores que implementaron prácticas adecuadas de manejo forestal. Estas plantaciones no solo contribuyen a la recuperación de áreas degradadas, sino que también aseguran una fuente renovable de madera para el futuro.
El cumplimiento de estas normativas permite a Honduras mantener su liderazgo en la región como un ejemplo de gestión forestal sostenible, al tiempo que fomenta un modelo económico basado en el aprovechamiento responsable de los recursos naturales.
Honduras: una nación comprometida con la biodiversidad
Con una cobertura forestal del 56%, el territorio hondureño cuenta con una de las mayores riquezas naturales de la región. Además, el 28% del país está designado como área protegida, incluyendo ecosistemas terrestres y marinos. En este contexto, la veda forestal para las especies de caoba, como la Swietenia macrophylla y la Swietenia humillis, establecida en el Acuerdo No. 029-2024, refuerza los esfuerzos para combatir la deforestación y el tráfico ilegal de madera.
Esta medida, sumada a las auditorías periódicas y la vigilancia de la trazabilidad de la madera, asegura que el recurso forestal sea manejado de manera transparente, eficiente y sostenible. El ICF trabaja de la mano con la Fuerza de Tarea Interinstitucional Contra el Delito Ambiental (FTIA), fortaleciendo las capacidades del país para proteger su riqueza ecológica.
Industria y regulación: una alianza para el desarrollo sostenible
En el ámbito industrial, el ICF supervisó un total de 76 planteles y fábricas dedicados a la producción de madera y subproductos forestales en 2024. Estas auditorías no solo buscan garantizar el cumplimiento de la normativa, sino también incentivar a las empresas a adoptar prácticas responsables que fortalezcan su compromiso con el medio ambiente.
A través de estas medidas, se establece un equilibrio entre la protección de los ecosistemas y el desarrollo económico del país. El manejo adecuado de los recursos forestales no solo preserva la biodiversidad, sino que también impulsa a Honduras como un referente regional en gestión ambiental sostenible.
Estrategia «Cero Deforestación al 2029»: una visión hacia el futuro
El compromiso del ICF con la estrategia «Cero Deforestación al 2029» es un reflejo del interés nacional por combatir los efectos del cambio climático y promover la sostenibilidad. Esta visión incluye la protección activa de los ecosistemas forestales, la recuperación de áreas degradadas y la educación ambiental en comunidades para fomentar una cultura de respeto hacia la naturaleza.
El fortalecimiento de políticas como la veda de la caoba, las certificaciones forestales y las auditorías técnicas, asegura que Honduras mantenga un balance entre el desarrollo económico y la conservación ambiental. Estas acciones sientan las bases para que futuras generaciones disfruten de un país con riquezas naturales preservadas y una economía impulsada por el manejo responsable de sus recursos.
Compromiso con el desarrollo sostenible
El esfuerzo integral del Instituto de Conservación Forestal y las instituciones involucradas refleja un compromiso claro con la sostenibilidad. La implementación de auditorías, la regulación de la industria forestal y la promoción de plantaciones responsables son solo algunos de los pilares que garantizan que los bosques de Honduras continúen siendo una fuente vital de riqueza natural, bienestar social y equilibrio ecológico.
Con estas medidas, el ICF asegura que Honduras avance hacia un modelo de desarrollo sostenible, en el que la conservación de los recursos forestales y el progreso económico vayan de la mano, beneficiando tanto al país como al planeta. La protección de los bosques es más que una necesidad, es un legado para las futuras generaciones. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com