Tegucigalpa, Honduras.- El Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en su homilía dominical, hizo un firme llamado a los hondureños que aspiran a un cargo de elección popular: “realicen una campaña basada en propuestas, no en odio, mentiras ni venganza”. En su mensaje, el líder religioso instó a los futuros candidatos a alejarse de las prácticas políticas que fomentan el resentimiento y a centrarse en promover el bienestar de Honduras.
Durante su sermón, el cardenal enfatizó que Honduras necesita propuestas que conduzcan al progreso y no discursos vacíos, llenos de engaños y divisiones. “Ha comenzado una nueva campaña política, ojalá que no sea con las tinajas vacías de contenido. No podemos seguir llenando la política de odio, propaganda mentirosa y venganzas”, expresó el líder religioso, invitando a todos los aspirantes a cargos públicos a centrarse en valores constructivos.
«Las tinajas vacías no van a llevar a Honduras a ninguna parte», advirtió el Cardenal Rodríguez, resaltando que la verdadera política debe llenarse de bondad, respeto mutuo y amor. En este sentido, subrayó que solo mediante el trabajo conjunto y el amor fraternal se podrá garantizar un futuro próspero para la nación.
El cardenal también mencionó que 2025, Año Jubilar, debe ser un tiempo de esperanza y renovación para todos los hondureños, en el cual se fortalezca el sentido de unidad nacional. «Honduras tiene futuro solamente si nos amamos, si nos aceptamos como hijos del mismo Padre, si nos respetamos como hermanas y hermanos», dijo, invitando a los hondureños a actuar con solidaridad y amor por el país.
En su reflexión, el Cardenal Rodríguez también citó el pasaje bíblico de las Bodas de Canaán, donde Jesús convierte el agua en vino, interpretando esto como una metáfora para la política actual. «Esas tinajas que utilizarán los políticos deben estar llenas de agua limpia y amor, no de odio. El vino del amor debe ser lo que prevalezca», explicó, instando a los políticos a ofrecer soluciones concretas y positivas para los hondureños.
Además, destacó la importancia de atender las graves problemáticas sociales que afectan a Honduras, como la pobreza, la desigualdad y la violencia. «Las familias están rotas, las comunidades sufren y muchas personas mueren de hambre y miseria. Es ahí donde debe llegar el vino del amor», afirmó, subrayando la urgencia de soluciones efectivas para los sectores más vulnerables del país.
Por último, el Cardenal Rodríguez también hizo una referencia al contexto internacional, mencionando las oraciones mundiales por la paz y el fin de la guerra en Gaza. «Hoy el mundo está orando para que terminen las guerras y llegue la ayuda humanitaria a quienes más lo necesitan», concluyó, haciendo un llamado a la unidad no solo a nivel nacional, sino también global.
Este mensaje, cargado de optimismo, es un llamado claro a la reflexión y acción de los hondureños, particularmente en un año tan significativo para la nación. La Iglesia, en voz de su Cardenal, subraya la importancia de construir una política de propuestas y esperanza en lugar de divisionismo y desesperanza. Redacción Ruth Corrales.