Tegucigalpa, Honduras.- Hoy, 7 de julio, comienza oficialmente la canícula en Honduras, un fenómeno climático que se extenderá hasta el 5 de agosto y afectará gran parte del territorio nacional con altas temperaturas y una reducción significativa de lluvias. Este fenómeno, característico de la región centroamericana, interrumpe temporalmente la temporada de lluvias, lo que preocupa especialmente al sector agropecuario y a las autoridades locales.

El director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS), Francisco Argeñal, explicó que la canícula puede durar entre tres y cinco semanas, siendo más intensa en los departamentos del corredor seco como Francisco Morazán, Choluteca, Valle, El Paraíso, La Paz, Intibucá y Lempira. Según Argeñal, las temperaturas podrían superar los 36 grados Celsius en el sur del país, lo que generará una disminución en la cantidad de precipitaciones.

El impacto en el sector agropecuario es considerable, ya que la canícula coincide con el periodo clave para el desarrollo de cultivos como el maíz, frijol y sorgo. Las autoridades instan a los productores a tomar medidas preventivas como el uso de sistemas de riego y evitar prácticas agrícolas que puedan exacerbar el riesgo de incendios, como las quemas.

Además, el fenómeno de El Niño podría intensificar la canícula este año, lo que aumenta las probabilidades de sequías localizadas. En este contexto, la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) mantiene una vigilancia activa, haciendo un llamado a la población para que haga un uso racional del agua y proteja su salud frente al calor extremo.

El Ministerio de Salud también ha emitido recomendaciones, especialmente para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, con el objetivo de prevenir golpes de calor y deshidratación. Se recomienda ropa ligera, evitar la exposición solar entre las 10:00 am y 3:00 pm, y aumentar la ingesta de líquidos.

Además de los riesgos para la salud, la canícula también tiene implicaciones para el consumo energético y podría incrementar la ocurrencia de incendios forestales. Las autoridades locales, en colaboración con organismos internacionales como la FAO y el PMA, han expresado su preocupación por los posibles impactos negativos sobre la seguridad alimentaria en zonas rurales, especialmente si el fenómeno se extiende más allá de lo esperado.

CENAOS también ha señalado que no todas las regiones del país serán igualmente afectadas, ya que en algunas zonas del norte y occidente podrían seguir registrándose lluvias dispersas, aunque en menor cantidad.

El cambio climático ha alterado la intensidad y duración de fenómenos como la canícula, lo que ha incrementado los riesgos para las comunidades vulnerables. Aunque el fenómeno se espera termine el 5 de agosto, las autoridades están monitoreando de cerca las condiciones meteorológicas, ya que su duración podría variar. Redacción Ruth Corrales

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