Tegucigalpa, Honduras.- Un nuevo escándalo sacude el escenario político hondureño, luego que el diputado suplente Víctor Hugo Romero rompiera el silencio para revelar que la vicepresidenta del Congreso Nacional, Isis Cuéllar, mantiene un férreo control político y administrativo en el departamento de Copán, decidiendo quién ocupa cargos en salud, educación, Instituto de la Propiedad (IP), Copeco y demás instituciones estatales.
Según Romero, esta red de poder tejida por Cuéllar se ha convertido en una estructura paralela de corrupción, donde ella “pone y quita, da órdenes y dirige todo en Copán, sin contrapesos”, lo que ha imposibilitado su propio trabajo como diputado suplente. “No pude ayudar a la gente porque ella me obstaculizó todo. Controla cada rincón de la administración pública en el departamento”, denunció.
Las declaraciones surgen mientras persiste el escándalo del llamado “cheque video”, que ya cobró la cabeza del exministro de Sedesol, José Carlos Cardona, y que involucra directamente a Cuéllar. A esto se suma un listado de 70 personas supuestamente beneficiadas con fondos estatales, muchas de ellas sin verdadera necesidad económica, lo que según Romero demuestra el uso clientelar de recursos públicos para fines políticos.
“Esperamos que la diputada Cuéllar dé la cara y explique quiénes están en esa lista. El pueblo merece saber la verdad. Yo ya hubiera salido a dar declaraciones o incluso a renunciar para ponerme a disposición de la justicia”, afirmó el congresista de Libre, remarcando que el silencio de Cuéllar solo profundiza las sospechas.
Romero también advirtió que su distanciamiento con Cuéllar inició porque “ella no estaba preparada para asimilar el poder”, lo que derivó en un quiebre personal y político. Enfatizó que la renuncia de Cuéllar sería “un bien para todos”, en momentos en que el partido Libre y el gobierno de Xiomara Castro deben enviar un mensaje firme contra la corrupción de cara a las elecciones del 30 de noviembre.
“Tenemos que demostrar que somos diferentes, que no encubrimos ni nos prestamos a la corrupción. Honduras necesita limpiar su imagen para atraer inversión y recuperar la confianza”, puntualizó.
Este nuevo capítulo revela cómo las estructuras partidarias en el interior del país terminan controlando fondos, nombramientos y proyectos, tejiendo redes de lealtades políticas que se prestan a desvíos, tráfico de influencias y prácticas que deterioran la institucionalidad y golpean la credibilidad del Estado. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com