Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desplegaron columnas de tanques y cientos de soldados al norte y el sur de la ciudad de Gaza, en una pinza que intenta asfixiar la capacidad de defensa de Hamas antes del asalto final al santuario del grupo terrorista.
La columna posicionada al norte de la capital llegó después de intensos combates que se fueron desarrollando en un trayecto que unió las ciudades de Beit Hanun y Beit Lahia con Al Karama, que está muy cerca de campo de refugiados Shati y a escasos kilómetros de Gaza city.
El avance de los tanques, los vehículos blindados y los soldados israelíes sucedió por la playa del Mediterráneo y a campo traviesa, mientras helicópteros y aviones bombardeaban la zona que estaba plagada de terroristas. Los combates fueron diurnos y nocturnos, y en la superficie de los pueblos hechos escombros y en los túneles oscuros que Hamas construyó para defensa propia.
Cuando el ejército israelí tomó posición firme al norte de la capital de Gaza, desplegó otra voluminosa columna con tanques y soldados que rodeó la ciudad y se instaló en el límite sur. Desde esa posición cortó la ruta de Saladino -que une a Gaza desde el paso de Rafah al paso de Erez-, y cerró la pinza que ahora intenta asfixiar a Hamas en su bastión.
Es decir: la ciudad Gaza está rodeada por las Fuerzas del Ejército de Israel, que aguarda una defensa extrema de la organización terrorista. Hamas conoce el terreno, controla kilómetros de túneles, instaló innumerables bombas caza-bobos, desplegó un batallón entero de francotiradores y tiene miles de granadas antitanques provistas por Irán y Corea del Norte.
La batalla por la ciudad de Gaza será casa por casa, calle por calle. E implica un desafío bélico extremo para Israel. Puede significar el paso final hacia la derrota de Hamas, o desembocar en una carnicería con los posteriores costos políticos para Benjamín Netanyahu y su gabinete de guerra.
En este contexto, Israel se movió con extrema cautela. Cortó las comunicaciones e internet para que no se difundiera información desde la Franja y ejecutó un avance por etapas. Esta táctica es el resultado de ciertas conversaciones entre el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa de Israel, Yoav Galant, que se desarrollaron en los últimas dos semanas.
Austin remarcó -varias veces- a Galant que Israel no debía ejecutar una blitzkrieg en Gaza por el entrenamiento terrorista de Hamas, y que en cambio tenía que emprender una batalla por etapas que permitiera evitar -al máximo- los combates frontales y urbanos.
El jefe del Pentágono envió a Tel Aviv un puñado de oficiales que enfrentaron a Isis en Irak, y ese asesoramiento fue clave para ajustar la táctica israelí en el terreno. Por eso, las Fuerzas de Defensa de Israel ya flanquean a la ciudad de Gaza -desde el norte y el sur- y acumulan potencia bélica en los suburbios a la espera de una batalla final que se prolongaría durante semanas.
Anoche Infobae participó de una ronda de prensa con Netanyahu, y el primer ministro no dejó dudas al respecto: Israel desea terminar con Hamas, aunque esté pendiente la libertad de los rehenes cautivos. Aún continúan las negociaciones con Qatar como intermediario, pero Netanyahu aseguró frente a este enviado especial que la ofensiva sobre Gaza no se frenará “bajo ninguna circunstancia”.
Con información de Infobae