Tegucigalpa, Honduras.- El general Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, ha explicado la polémica decisión de retirar las armas reglamentarias a los oficiales de las promociones 28, 29 y 30, asegurando que la medida responde a una estrategia administrativa ante la falta de armamento suficiente.
El general Hernández afirmó que el incremento en el número de graduados en los últimos años ha generado una alta demanda de armas, lo que ha obligado a redistribuir los recursos. «Antes, la Fuerza Aérea graduaba entre 15 y 20 oficiales y no había problemas para proporcionarles sus armas de reglamento. Hoy, la Fuerza Aérea gradúa hasta 80 oficiales, la Academia Militar de Honduras más de 100, y la Fuerza Naval entre 40 y 50. Este aumento en la cantidad de oficiales hace que no tengamos el suficiente armamento», explicó el general.
Además, Hernández detalló que aquellos oficiales en cargos administrativos que no requieren armas serán responsables de entregarlas a aquellos oficiales operativos que sí las necesiten. Esta medida, según el general, ha sido implementada desde hace cinco años con el fin de evitar gastos adicionales al Estado para la adquisición de nuevas armas.
La decisión ha generado una serie de especulaciones. Algunos críticos sugieren que el retiro de las armas podría estar relacionado con temores dentro de la cúpula militar respecto a posibles rebeliones de oficiales subalternos. Sin embargo, el general Hernández desmintió estos rumores, asegurando que la medida tiene un único propósito: una reestructuración administrativa para optimizar los recursos del Estado. Redacción Martha C.C.