Tegucigalpa, Honduras.- En un análisis de alto voltaje político, la socióloga y analista Julieta Castellanos encendió las alertas sobre el frágil estado de la democracia hondureña de cara a las Elecciones Generales de noviembre de 2025.
En declaraciones contundentes, Castellanos advirtió que los partidos políticos y el Consejo Nacional Electoral (CNE) enfrentan presiones, ataques y cuestionamientos sistemáticos, que comprometen la integridad del proceso electoral. “No se ha lanzado la convocatoria oficial, pero la contienda ya comenzó: cargada de crisis internas, violencia política y una embestida peligrosa contra el árbitro electoral”, subrayó la exrectora.
Fragmentación política y desconfianza ciudadana
Según Castellanos, el escenario electoral está fracturado. El Partido Nacional (PN) sigue siendo la fuerza con más votos en las primarias, pero enfrenta una caída progresiva en el respaldo de votantes independientes.
Libre, el actual partido de gobierno, ha perdido una parte sustancial de su caudal electoral, particularmente el apoyo de sectores independientes que lo respaldaron en 2021 para sacar al PN del poder. “Hoy el voto duro no basta. El voto decisivo es el independiente, el que castiga el autoritarismo, la corrupción y el nepotismo”, explicó Castellanos.
Por su parte, el Partido Liberal muestra una leve recuperación, aunque sus divisiones internas y liderazgo ambiguo ponen en riesgo su competitividad real.
Fuerzas emergentes: clave del nuevo mapa electoral
En un entorno de descontento social, los partidos emergentes ganan terreno. Figuras como Nelson Ávila (PINU), Mario Rivera (PDCH), Sasan Fúnez (Alianza Patriótica) y Aníbal Cálix (PSH) podrían fragmentar el voto tradicional y provocar un reacomodo en la correlación de fuerzas.
CNE bajo fuego cruzado institucional
El análisis más crítico recayó sobre el CNE, que según Castellanos es víctima de una campaña de asedio político coordinada. Desde ataques de la presidenta Xiomara Castro, hasta presiones del Ministerio Público y el alto mando militar, el órgano electoral lucha por mantener su independencia. “La intervención del jefe del Estado Mayor en una sesión del CNE es un hecho grave. Se está normalizando la militarización del proceso”, denunció.
Además, cuestionó que el presupuesto electoral se canalice desde la Partida Confidencial de Casa Presidencial, lo que a su juicio, subordina al CNE a decisiones discrecionales del Ejecutivo.
“No hay democracia real si el árbitro está secuestrado”
En su reflexión final, Castellanos fue enfática: “Las autocracias modernas no cancelan elecciones, las manipulan. Lo que vemos no es un proceso democrático, sino un camino hacia la legitimación del autoritarismo.”
Esta advertencia cobra fuerza en un país donde el desgaste institucional y la polarización han erosionado la confianza pública. La cuenta regresiva hacia 2025 ya inició. Pero para muchos, la gran incógnita no es quién ganará… sino si realmente se podrá votar libremente. Redacción Bruce Villatoro CEO QuienOpina.Com