Corea del Norte ha desplegado más de 11.000 soldados en Rusia, enviando además a uno de sus principales líderes militares, el Coronel General Kim Yong Bok, para liderar la misión en la sangrienta invasión contra Ucrania. Este movimiento, confirmado por funcionarios de Kiev Seúl, representa un escalamiento en la cooperación militar entre la autocracia de Moscú y la dictadura de Pyongyang y podría extenderse hasta el próximo año.

Kim Yong Bok, conocido por su bajo perfil en un país donde los líderes militares son celebrados públicamente, es el responsable de comandar las tropas norcoreanas en Rusia, integrarlas con las fuerzas rusas y absorber experiencia de combate para aplicarla en Corea del Norte. Su presencia también busca consolidar el flujo de tropas y recursos para futuros despliegues, según analistas consultados por The Wall Street Journal.

El general Kim, formalmente subdirector del Estado Mayor del Ejército norcoreano, no participará directamente en el combate. Sin embargo, su envío subraya la seriedad del compromiso del régimen norcoreano con la Rusia de Vladimir Putin en medio de la invasión, marcando un cambio en la estrategia de Pyongyang. Hasta ahora, su identidad había estado envuelta en el secretismo debido a su rol como líder de las fuerzas especiales de Corea del Norte, consideradas las más grandes del mundo con 200.000 efectivos.

Ucrania responde con armas de largo alcance

La llegada de soldados norcoreanos y la presencia de este general en Rusia coinciden con un nuevo nivel de escalada en la guerra. El presidente estadounidense, Joe Biden, autorizó a Ucrania el uso de armas de largo alcance para atacar territorio ruso, siendo la presencia de fuerzas norcoreanas una de las razones clave. Ucrania utilizó estos misiles por primera vez el martes, alcanzando un depósito de municiones en la región de Bryansk, en Rusia.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, indicó que el número de soldados norcoreanos podría aumentar hasta 100.000Seúl y Washington, por su parte, han confirmado la participación de tropas norcoreanas, destacando que estas se desplazan con uniformes y equipos rusos e incluso han recibido identificaciones falsas para ocultar su origen, según reportó la agencia de inteligencia surcoreana.

Además del personal militar, Corea del Norte ha comenzado a suministrar a Rusia armamento como sistemas de lanzamiento múltiple M-1991 obuses M-1989 Koksan. Fotografías recientes mostraron estos equipos siendo transportados en tren a través de Krasnoyarsk, en el centro de Rusia, con destino a la región de Kursk. Este área, donde están estacionadas las tropas norcoreanas, es el epicentro de una contraofensiva rusa para recuperar territorios tomados por Ucrania en agosto.

El general Kim llegó a Rusia con el primer grupo de tropas norcoreanas días después de haber sido visto en actos públicos junto al líder norcoreano, Kim Jong-un, inspeccionando áreas afectadas por inundaciones y supervisando ejercicios militares. Su aparición en actos oficiales tras la visita de Putin a Pyongyang en junio, donde ambos países firmaron un pacto de defensa mutua, destacó el compromiso de la tiranía norcoreana con Moscú.

Posibles implicaciones tecnológicas

El despliegue norcoreano también genera preocupación internacional por el potencial intercambio de tecnología militar avanzada. Se teme que Rusia pueda ofrecer a Pyongyang conocimientos técnicos sobre misiles y tecnología nuclear a cambio del apoyo militar. Según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, no se descarta que Rusia haya asistido en los recientes lanzamientos de misiles intercontinentales norcoreanos.

Además, soldados norcoreanos han recibido entrenamiento ruso en tácticas clave de combate, incluyendo el uso de artillería, despeje de trincheras y operaciones con drones, según el Departamento de Estado de Estados Unidos. Este intercambio podría ayudar a Corea del Norte a actualizar sus tácticas militares observando cómo se desarrolla un conflicto moderno.

La decisión de Pyongyang de enviar a uno de sus líderes más confiables subraya la importancia estratégica que Corea del Norte otorga a su relación con Rusia. Expertos señalan que este despliegue también tiene un objetivo político: fortalecer la posición de Kim Jong-un en futuras negociaciones y asegurarse de que Pyongyang reciba su parte del acuerdo en términos de tecnología avanzada y recursos.

Kim Jong Un está diciendo a los rusos: ‘Estoy enviando a uno de mis mejores hombres, alguien de mi absoluta confianza’”, explicó Michael Madden, analista del Centro Stimson en Washington.

Este despliegue masivo no solo representa una muestra de apoyo militar, sino también una oportunidad para Corea del Norte de perfeccionar su capacidad armamentística y reforzar su posición en el escenario internacional mientras estrecha lazos con Rusia.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!