Tegucigalpa, Honduras.- El expresidente Porfirio Lobo sorprendió al revelar su desinterés en el juicio que enfrenta su sucesor, Juan Orlando Hernández, afirmando que sigue los mismos pasos de su predecesor en cuanto a persecución política. Estas declaraciones arrojan luz sobre la relación entre exmandatarios y los eventos judiciales que rodean a Hernández.

Lobo Sosa, al ser cuestionado sobre posibles indicios de corrupción durante el gobierno de Hernández Alvarado, negó haber percibido acciones contrarias a lo solicitado al expresidente. Este posicionamiento sorprende, especialmente considerando las acusaciones de corrupción que han rodeado al gobierno de Juan Orlando Hernández.

El exmandatario admitió haber respaldado a Hernández en las elecciones primarias de 2013, aunque destacó que cada individuo debe asumir responsabilidad por sus propias acciones, separando así al Partido Nacional de los actos de sus miembros. Esta postura refleja una clara distancia política y moral entre Lobo y su sucesor.

La afirmación de Lobo Sosa sobre la persecución política en el juicio de Hernández añade un nuevo matiz a la situación judicial del exmandatario. Sus palabras sugieren un escepticismo hacia la imparcialidad del proceso judicial y plantean interrogantes sobre la integridad del sistema legal en Honduras.

Las declaraciones del expresidente Porfirio Lobo Sosa proporcionan una perspectiva intrigante sobre la relación entre los exmandatarios y los eventos judiciales que rodean a su sucesor, Juan Orlando Hernández. Su falta de interés en el juicio y denuncia de persecución política agregan complejidad a un panorama político ya convulso en Honduras. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com

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