Tegucigalpa, Honduras.- Honduras se mantiene como el segundo país de América Latina que más migrantes expulsa hacia Estados Unidos, superado únicamente por Venezuela.

Este dato es revelado por la edición 2024 del Anuario de Migración y Remesas de América Latina y el Caribe, elaborado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla). Según el informe, la migración hondureña hacia EE. UU. ha crecido un 86.1% entre 2015 y 2023. A finales del año pasado, un total de 1,203,000 hondureños residían en el país norteamericano, de los cuales aproximadamente 525,000 se encontraban indocumentados.

Este incremento refleja una tendencia regional. En 2023, los Estados Unidos albergaban a 51.5 millones de inmigrantes, representando el 15.6% de su población total. De esos 51.5 millones, más de 26 millones provienen de América Latina y el Caribe.

La migración hondureña se concentra principalmente en estados como Texas (287,000), Florida (155,000), Maryland (136,000), Nueva Jersey (77,000) y Georgia (72,000). La mayoría de estos migrantes llegaron a partir de 2008, al igual que los venezolanos. En contraste, los migrantes mexicanos y salvadoreños arribaron entre 1990 y 2007.

Desafíos educativos y económicos

En cuanto a la educación, la mayoría de los migrantes hondureños alcanzó solo el nivel de bachillerato, siendo menos del 25% los que han obtenido estudios superiores. De hecho, solo 9,300 hondureños en EE. UU. poseen un posgrado.

Respecto a los ingresos, en 2023, un migrante hondureño ganaba en promedio 21,783 dólares anuales, lo que equivale a L566,358. Esta cifra coloca a los migrantes hondureños entre las comunidades con menores ingresos, con empleo principalmente en los sectores de construcción, servicios profesionales y hostelería.

Vulnerabilidad ante nuevas políticas migratorias

El panorama para los migrantes hondureños se ha complicado debido a las nuevas políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump, quien retomó el poder en enero de este año. Estas políticas ponen en riesgo a los migrantes beneficiarios de programas como el TPS (Temporarily Protected Status), que incluyen entre 54,000 y 57,000 hondureños, así como aquellos que están bajo CBP One, Parole Humanitario y quienes esperan la resolución de asilo. De estos últimos, alrededor del 68% de 138,000 casos activos podrían enfrentar deportaciones.

Además, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha identificado a 270,000 hondureños, muchos de los cuales tienen órdenes de deportación. Algunos migrantes han optado por el retorno voluntario a Honduras a través de la aplicación CBP Home.

Amenaza a las remesas hondureñas

La situación se complica aún más con una posible nueva legislación aprobada en la Cámara de Representantes, conocida como la «One Big Beautiful Bill». Esta ley propone un impuesto del 3.5% al envío de remesas, una medida que aún debe ser discutida en el Senado, pero que representa una amenaza para las remesas hondureñas, que son fundamentales para la economía nacional.

Según Amparo Canales, expresidenta del Colegio de Economistas de Honduras, este posible gravamen, junto con la vulnerabilidad migratoria, pone en riesgo la estabilidad económica del país, que depende en gran medida de las remesas. En 2023, América Latina y el Caribe experimentaron el mayor crecimiento mundial de remesas, alcanzando los 60,000 millones de dólares.

Canales urgió a implementar políticas económicas que fortalezcan sectores clave como agricultura y turismo, y que fomenten el empleo y la producción nacional para frenar la migración y apoyar a los migrantes retornados.

Crisis humanitaria en aumento

Finalmente, los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reflejan la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes. Entre 2014 y 2023, al menos 61,620 migrantes han perdido la vida o desaparecido en su intento por llegar a otro país. Solo en 2023, 6,897 personas perdieron la vida en este proceso.

La migración y el futuro de las remesas continúan siendo temas clave en el panorama socioeconómico de Honduras, mientras los hondureños buscan oportunidades más allá de sus fronteras. Redacción Wendoly V.V.

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