Tegucigalpa, Honduras.- El exjefe de la Administración de Control de Drogas (DEA), Mike Vigil, expresó su sorpresa ante la reciente decisión del Gobierno de Honduras de cancelar el Tratado de Extradición con Estados Unidos. Según Vigil, esta medida no es una cuestión de soberanía, sino un respaldo a narcotraficantes, lo que ha generado una fuerte polémica en la opinión pública internacional. La decisión ha sido vista como un paso atrás en la lucha contra el narcotráfico en la región.

El anuncio oficial de la cancelación del Tratado de Extradición se realizó el mes pasado, indicando que este proceso podría llevar al menos seis meses. La decisión surgió a raíz de un conflicto diplomático después de que la embajadora de Estados Unidos en Honduras manifestara su preocupación por la reunión entre el entonces ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, y un conocido narcotraficante. Este encuentro generó tensiones que culminaron en la determinación del Gobierno hondureño de suspender el acuerdo de extradición con el país norteamericano, una medida que ha sido fuertemente criticada por distintos sectores.

Mike Vigil fue claro en su declaración: «Estoy sorprendido que el Gobierno quiera eliminar el Tratado de Extradición, no se trata de soberanía, se trata de que están apoyando a narcotraficantes y criminales». Sus palabras evidencian una profunda preocupación por las implicaciones de esta decisión en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico. Según Vigil, actualmente existen varias investigaciones en curso contra narcopolíticos hondureños, las cuales están en una fase muy avanzada y, si se concreta la cancelación del tratado, podrían quedar en la incertidumbre.

En este contexto, Vigil también señaló que hay investigaciones que apuntan a figuras políticas de alto perfil, incluyendo al exministro de Finanzas y actual consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa. Según el exjefe de la DEA, Ochoa podría enfrentar extradición por su supuesta implicación en un «ataque de terrorismo» contra Estados Unidos, relacionado con un incidente en la embajada norteamericana en Tegucigalpa. «No lo descarto», afirmó Vigil, dejando abierta la posibilidad de que más funcionarios hondureños puedan ser llamados a rendir cuentas ante la justicia estadounidense.

Finalmente, Vigil lanzó una advertencia contundente al Gobierno de Honduras: «Hay que preguntarse si el Gobierno fortalecerá la democracia o seguirá los pasos de Nicaragua y Venezuela. Deben limpiar su casa primero y dejar de proteger a narcotraficantes, lo que representa una grave falta moral.» Sus declaraciones resaltan la necesidad de un cambio de rumbo en la política hondureña para garantizar la transparencia y el compromiso con la lucha contra el narcotráfico.

Esta situación coloca al Gobierno de Honduras en una posición crítica, bajo el escrutinio tanto nacional como internacional, en un momento en que la cooperación entre naciones es esencial para enfrentar las redes del narcotráfico y la corrupción. Redacción Bruce Villatoro CEO QuienOpina.Com

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