Miles de iraníes han huido de Teherán ante los bombardeos de Israel que ya han causado al menos 232 muertos en el país persa en los últimos seis días y por las amenazas de Estados Unidos de unirse al conflicto, mientras el país continúa con un apagón de internet.
Las carreteras que conducen al norte de Teherán se encuentran congestionadas de tráfico, como ocurre durante la celebración del año nuevo persa en marzo, pero, en esta ocasión, no huyen del calor o de la contaminación de esta ciudad de 10 millones de habitantes, sino de los proyectiles israelíes.
Uno de ellos es Meisam, ingeniero civil de 39 años, que salió de la “aterrada” Teherán con su familia al puerto de Anzali, en el norte del país.
“Vivo o vivía en Teherán, y aunque uno siempre sabe que hay tensiones y amenazas, jamás imaginé ver mis calles bombardeadas”, cuenta a EFE.
“Cuando comenzaron los ataques israelíes sobre Teherán y otras ciudades, sentí que algo se había roto”, dice.
Y le pesa la incertidumbre de la situación, el no saber qué va a ocurrir: “ahora mismo todo puede pasar: un cambio de régimen, una guerra prolongada o un alto el fuego”.
Cree que Israel no busca solo una represalia militar o frenar el programa nuclear de Irán, sino “desestabilizar el sistema (República Islámica) para que se tambalee y caiga por presión interna”.
Otra de las vecinas de Teherán que se marcha es Naghmeh, profesora de física de 32 años, “por los constantes ataques de Israel” que huye con sus padres y su hermana a la ciudad de Tafresh en la provincia de Arak.
“Creo que los ataques durarán varias semanas y regresaremos entonces”, explica a EFE. Con información de EFE