Tegucigalpa, Honduras.- La ministra de la Secretaría de Salud (SESAL), Carla Paredes, aseguró haber cerrado el año con una gestión ejemplar, destacando el abastecimiento de medicamentos y la construcción de nuevos hospitales. Según la funcionaria, no existen deudas y los centros de salud están equipados, con grandes planes proyectados para el 2025. Sin embargo, la realidad de los hospitales hondureños contrasta drásticamente con estas afirmaciones, donde los ciudadanos enfrentan falta de medicamentos, negligencia médica y largos tiempos de espera.
Hospitales en construcción, promesas para enero de 2025
Paredes anunció que para enero del 2025 se entregarán nuevos centros de estabilización y clínicas neonatales, equipados con tecnología de punta. Afirmó además que el año 2024 fue de grandes retos y expresó optimismo de que el 2025 será “el doble de mejor”. A pesar de este discurso, el sistema de salud sigue colapsado, con pacientes que no encuentran atención oportuna y un ambiente de desesperanza en los sanatorios del país.
Cifras y datos optimistas, pero la población sufre
Según la titular de la SESAL, el abastecimiento de medicamentos alcanza el 96%, lo que asegura cubrir necesidades hasta marzo del 2025. Sin embargo, en los hospitales se observan pasillos llenos de pacientes sin atención, citas médicas prolongadas por meses y diagnósticos incompletos por falta de insumos básicos. Las promesas de la ministra parecen quedarse en discursos lejanos a la realidad diaria de los hondureños.
Promesas incumplidas en el IHSS y en todo el sistema de salud
La crisis del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), bajo la intervención liderada por Paredes, continúa siendo insostenible. La falta de medicamentos, equipos y personal capacitado agrava la situación de miles de asegurados que dependen de un sistema de salud cada vez más debilitado.
Un contraste abismal entre discurso y realidad
Mientras Paredes insiste en su “compromiso y satisfacción”, el pueblo hondureño enfrenta una verdad desgarradora: hospitales sin medicamentos, citas diferidas y condiciones precarias. La ministra, al cerrar su discurso, afirmó: “Esperamos cumplir al pueblo y honrar la confianza de la presidenta Xiomara Castro”, pero la realidad demuestra que la confianza del pueblo en el sistema de salud está cada vez más deteriorada.
El clamor de un pueblo olvidado
Hondureños de zonas rurales gastan sus últimos recursos para trasladarse a hospitales donde no encuentran soluciones. La negligencia, el maltrato y la falta de insumos básicos son el pan de cada día. Carla Paredes puede celebrar logros ficticios, pero la calamidad del sistema de salud hondureño sigue siendo evidente y dolorosamente tangible. Redacción Ruth Corrales R.