El ambiente de la Fórmula 1 se despertó después de la siesta que produjo el tricampeón mundial, Max Verstappen, por su aplastante triunfo con su Red Bull en el arranque de la temporada disputado en Bahrein. Su padre removió el avispero luego de fuertes testimonios contra el jefe del escudería campeona, Christian Horner, quien fue absuelto por su equipo luego de las acusaciones por conducta inapropiada con una integrante de la team austriaco.
Verstappen padre siempre fue políticamente incorrecto, desde sus épocas como piloto cuando fue compañero de equipo de Michael Schumacher en Benetton. De ser considerado la esperanza neerlandesa en la Máxima, pasó con más pena que gloria. Una vez que se retiró se dedicó a su equipo de karting y en especial acompañó a su hijo con el que tuvo polémicos métodos en su formación.
Cuando estalló el escándalo de Horner, en los boxes de la F1 volvió a tomar fuerza un viejo rumor de que los Verstappen no se llevaban bien con el el team-manager y su predilección entre los popes de la escuadra era con el Dr. Helmut Marko, ex piloto y asesor deportivo del equipo que a su vez no tiene buena relación con el jefe de la escudería.
Terminada la carrera en Bahrein, Jos lanzó munición gruesa en contra de Horner. “Aquí hay tensión mientras permanece en su posición”, dijo Verstappen padre a Mail Sport. “El equipo corre peligro de desintegrarse. No puede seguir como está. Explotará. Está jugando a ser la víctima, cuando es él quien causa los problemas”, agregó el ex corredor de 51 años.
La acusación sobre Horner apuntó a un supuesto comportamiento coercitivo sobre la empleada de Red Bull. Horner debió responder ante su mujer, al ex Spice Girl, Geri Halliwell. Ambos aparecieron tomados de la mano en el Circuito Internacional de Sakhir, en Bahrein, una vez que el equipo se expidió sobre el caso en una investigación interna realizada por la casa matriz de la empresa de bebidas energizantes.
El citado medio inglés, además, aseguró que la mujer de Horner “entró en crisis” luego de esta noticia y, según afirmó The Sun, se negó a verlo en su llegada. Solo modificó su comportamiento cuando fue convencida por la familia. Sin embargo, la pareja habría dejado los conflictos a un costado –al menos ante las cámaras– porque se mostraron con un semblante distinto en su llegada a la pista.
Cabe recordar que desde 2022, luego de la muerte del dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, se viene hablando de una “Guerra Civil” dentro de Red Bull con dos bandos: Marko (mano derecha de Mateschitz) y los Verstappen, contra Horner y el máximo accionista de la empresa, el tailandés Chalerm Yoovidhya. Pero el director general de la empresa Red Bull, Oliver Mintzlaff está más a favor de que Horner abandone el equipo.
Según se filtró desde la escudería con base en Milton Keynes, Inglaterra, Horner cree que Verstappen padre ha orquestado una campaña para echarlo durante las últimas semanas, lo que implica que el neerlandés incluso tuvo algo que ver con la filtración de un Google Drive por correo electrónico el pasado jueves, que incluyó pruebas del caso con 79 capturas de pantalla de WhatsApp y fotos supuestamente enviadas por Horner a la empleada.
Pese a ello, Jos Verstappen niega esas afirmaciones: “Eso no tendría sentido. ¿Por qué haría eso cuando a Max le está yendo tan bien aquí?” Lo cierto es que en las últimas semanas se habla más de lo que ocurre fuera de la pista que el éxito de su hijo, quien tuvo un comienzo ideal en la temporada 2024.