Tegucigalpa, Honduras.- En una entrevista exclusiva con el periodista Fernando del Rincón, la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, habló con valentía sobre el drama personal e institucional que enfrenta tras haber presentado su renuncia presionada por actores externos y recibir amenazas de muerte.
Hall aclaró que su dimisión no fue voluntaria: “No es un cambio en mí. Yo presenté la renuncia tal y como se me exigió, en los términos que se me exigió”, afirmó.
Sin embargo, el Congreso Nacional no dio trámite a su renuncia, dejándola en un limbo institucional que la mantiene sin claridad sobre su posición dentro del órgano electoral. “En este momento no tengo otra instancia a la que recurrir”, explicó.
A pesar del escenario adverso, Paola Hall reafirmó su deseo de permanecer en el cargo, asegurando que está “perfectamente calificada” para continuar, aunque reconoció que debe considerar los riesgos personales y familiares. “Quiero seguir, pero también debo pensar como madre”, expresó.
La parte más estremecedora de su testimonio fue la revelación de amenazas de muerte explícitas contra ella y su hija. “Nos dicen dónde amaneceremos muertas, describen cómo nos van a matar, le dicen a mi hija que no podrán reconocerme”, relató con dolor.
Hall aseguró que estas amenazas ya fueron denunciadas ante las autoridades hondureñas y organismos internacionales.“Están debidamente documentadas y presentadas, dentro y fuera del país”, indicó.
Aunque ha recibido protección del Estado, la consejera subrayó que su decisión de hablar no tiene motivaciones políticas. “Esto lo digo como ser humano, como madre, desde una necesidad de sobrevivencia”, señaló.
Con voz firme, concluyó: “Mi situación trasciende cualquier límite. Pero tengo la fuerza suficiente para seguir”.
Su testimonio no solo expone una crisis institucional, sino también la fragilidad del Estado de derecho en contextos democráticos donde la presión política y el miedo intentan doblegar la voluntad de quienes deciden no callar. Redacción Wendoly V.V.