Parálisis en CNE pone en jaque las elecciones en HondurasParálisis en CNE pone en jaque las elecciones en Honduras

Tegucigalpa, Honduras.- La parálisis total del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha encendido las alarmas en el país y pone en grave riesgo la realización de las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, tras la renuncia irrevocable de la consejera liberal Ana Paola Hall y la incomparecencia reiterada del representante de Libre, Marlon Ochoa, lo que impide alcanzar el quórum legal para sesionar.

La presidenta del CNE, Cossette López, denunció que el órgano se encuentra completamente paralizado, sin posibilidad de tomar decisiones administrativas ni técnicas clave. “No podemos adjudicar el sistema TREP, firmar contratos ni convocar capacitaciones”, afirmó con preocupación, advirtiendo que esto pone en juego la voluntad popular y debilita aún más la institucionalidad democrática.

La crisis llega en un momento crucial, cuando debían definirse la contratación del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), la implementación de la biometría y una auditoría técnica internacional, elementos esenciales para garantizar transparencia y legitimidad.

Legalmente, la renuncia de Hall no puede ser suplida por un alterno, sino que requiere la aprobación del Congreso Nacional con al menos 86 votos, según el artículo 26 de la Ley Electoral. De ser aceptada, el Partido Liberal deberá nominar a un nuevo consejero. Maribel Espinoza y Mauricio Villeda ya suenan como posibles sustitutos.

Desde diversos sectores políticos y de la sociedad civil, las reacciones han sido contundentes. La diputada nacionalista Ana María Hernández hizo un llamado al pueblo hondureño a no caer en el desencanto, advirtiendo que esta crisis podría ser una maniobra para fomentar abstención electoral y socavar el proceso democrático.

Más directo fue el analista político Omar García, quien acusó al “tripartidismo” (Libre, Liberal y Nacional) de estar ejecutando una estrategia conjunta para boicotear las elecciones y desmantelar los sistemas de control que los evidenciaron debilitados en las primarias. Según García, de continuar este camino, Honduras podría enfrentarse a un autogolpe o una constituyente impuesta por las élites para perpetuarse en el poder.

Mientras tanto, el país sigue sin respuestas y con el calendario electoral congelado, mientras la incertidumbre se apodera de la ciudadanía, que clama por elecciones libres, justas y transparentes. Redacción Allan Cerrato.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!