Tegucigalpa, Honduras.- Las parejas sentimentales se han identificado como los principales verdugos en los crímenes de mujeres en Honduras, según reveló hoy Migdonia Ayestas, directora del Observatorio Nacional de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (ONV-IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
En su informe, Ayestas detalló que, en los dos primeros meses del año, se han reportado 43 muertes violentas de mujeres en el país. De estos casos, un alarmante 60% corresponden a feminicidios. Además, señaló que las parejas sentimentales de las víctimas son los principales autores de estos crímenes, quienes, con el tiempo, lograron ganarse la confianza de sus parejas para posteriormente cometer estos actos de violencia.
La directora también destacó que las mujeres no solo son víctimas mortales, sino que a menudo sufren violencia psicológica y sexual antes de llegar a la tragedia. «Las mujeres en Honduras están expuestas a una violencia sistémica que no solo afecta sus cuerpos, sino también su bienestar emocional y mental», afirmó Ayestas.
Además, hizo un llamado urgente a tomar acciones concretas para prevenir más feminicidios y la violencia de género en el país. Consideró que, después de las mujeres, los niños y niñas son los grupos más vulnerables en el contexto de la violencia en Honduras.
El informe resalta una alarmante cifra: un asesinato de mujer cada día y medio en lo que va del 2025, lo que refleja una tendencia creciente de violencia en el país.
Es urgente una respuesta efectiva de las autoridades para frenar este fenómeno y proteger a las mujeres de la violencia que enfrentan en su día a día. La concienciación social y las políticas públicas más robustas en defensa de los derechos de las mujeres son esenciales para revertir esta situación que ya alcanza niveles críticos en el país.
Conclusión: Las parejas sentimentales siguen siendo los principales agresores de mujeres en Honduras, y la violencia no solo incluye feminicidios, sino también formas graves de violencia psicológica y sexual, lo que hace necesario un cambio estructural en el enfoque de la violencia de género en el país. Redacción Ruth Corrales