Tegucigalpa, Honduras.- En Honduras, 2.5 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad enfrentan una cruda realidad: el 40.6% de ellos se ven obligados a desempeñar algún tipo de trabajo. De estos, uno de cada cinco realiza actividades consideradas peligrosas, según un reciente censo divulgado por la ONG Visión Mundial, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y la Secretaría de Trabajo, con el apoyo del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
Con motivo del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, estas organizaciones presentaron los alarmantes resultados de una encuesta nacional que pone de manifiesto la gravedad de este flagelo. Ricardo Coello, director de Programas de Casa Alianza Honduras (CAH), hizo un llamado a la reflexión profunda como sociedad ante los altos índices de trabajo doméstico infantil, enfatizando que cuatro de cada diez niños se ven forzados a realizar quehaceres que comprometen su futuro y bienestar. Coello subrayó los preocupantes datos revelados por la Encuesta Nacional sobre Trabajo Infantil.
“Los resultados deben hacernos reflexionar profundamente como sociedad sobre qué tipo de futuro estamos construyendo para nuestros niños y niñas”, destacó Coello, añadiendo que todos tienen la responsabilidad de brindar protección y asegurar que los menores vivan en un entorno seguro donde puedan gozar de sus derechos fundamentales.
El director de CAH también señaló que es asombroso cómo una gran cantidad de niños se ve obligada a trabajar para contribuir económicamente a sus familias. “Es increíble cómo cuatro de cada diez niños entre 5 y 17 años en nuestro país realiza alguna labor con el objetivo de agenciarse algún dinero para poder llevar sustento a su familia”, indicó.
Las condiciones laborales de muchos de estos menores, especialmente en el ámbito doméstico, son duras. Coello mencionó que estos niños trabajan largas horas en jornadas extensivas, enfrentando el peligro y el riesgo de abusos sexuales por parte de aquellos que se benefician de sus servicios.
Además del trabajo doméstico, muchos menores también se dedican a labores agrícolas, donde el contacto y uso de sustancias peligrosas pueden poner en riesgo su salud física y, en casos extremos, causar la muerte. Esta situación requiere atención urgente y acciones concretas por parte de toda la sociedad hondureña y las autoridades competentes.
El reporte presentado resalta la necesidad de implementar medidas efectivas que protejan a los menores y les permitan vivir una infancia libre de explotación laboral. Las organizaciones implicadas hacen un llamado a todos los sectores de la sociedad para que se comprometan en la lucha contra el trabajo infantil y garanticen un futuro mejor para los niños de Honduras. Redacción Ruth Corrales.