Tegucigalpa, Honduras.- La Policía Nacional ejecutó un desalojo  la noche del lunes contra los simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (Libre), quienes mantenían una protesta en el bulevar Fuerzas Armadas, en la capital de Honduras. Los manifestantes, que bloqueaban ambos carriles con conos y quema de llantas, habían interrumpido el tráfico vehicular, lo que generó una fuerte respuesta por parte de las autoridades. Esta manifestación se sumaba a una serie de tomas de carreteras en distintas regiones del país, que incluyeron disturbios y agresiones hacia ciudadanos.

Ante la violencia, la presidenta Xiomara Castro reaccionó rápidamente, ordenando la separación inmediata de los funcionarios y agentes responsables del desalojo. La mandataria expresó su rechazo a la represión y subrayó que en su gobierno “no se reprime al pueblo”. Castro se comunicó de forma urgente con los generales Roosevelt Hernández y Gustavo Sánchez, quienes recibieron instrucciones claras de cesar el uso desproporcionado de la fuerza.

«La protesta es pacífica, la gente ha estado en calma, incluso hemos visto bailes. No es posible que se tomen acciones represivas contra una población que lo único que exige es respeto a sus derechos», destacó la presidenta. Además, hizo un llamado a la calma, recalcando el derecho legítimo de los ciudadanos a exigir claridad y transparencia en los procesos electorales.

Castro también instruyó a las Fuerzas Armadas y al Secretario de Seguridad a realizar una investigación exhaustiva sobre los hechos, identificar a los responsables y aplicar los correctivos necesarios, incluida la separación de los agentes involucrados en el abuso de poder. Redacción Allan Cerrato

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