Este jueves, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, defendió la implementación de su ley marcial y la catalogó como una medida “inevitable” para proteger la “democracia liberal de la dictadura parlamentaria” de la oposición, asegurando que no está “obsesionado” con cumplir íntegramente su mandato y que encara “con confianza” investigaciones criminales e intentos de destituirlo.
Por medio de un discurso televisado, el mandatario surcoreano aseguró que se movilizaron escasas tropas y solo cuerpos de élite para prevenir “accidentes”. Además, consideró que se está “fabricando” un delito de insurrección contra él, diseminando mucha información falsa y que aun así no evitará encarar “responsabilidades legales y políticas”.
“Considerar las medidas de emergencia para salvar el país como un acto de rebelión para destruirlo pone en grave peligro nuestra Constitución y nuestro sistema legal. Las medidas de la ley marcial ejercidas por la autoridad legal del presidente para proteger el país y normalizar los asuntos estatales en un estado de parálisis nacional son un juicio altamente político del presidente”, declaró.
Además, Yoon remarcó que su decisión solamente puede ser sometida por el control de la Asamblea Nacional, razón por la cual retiró “inmediatamente” la petición de eliminar el decreto, asegurando que “intentó proteger la democracia liberal y el orden constitucional” contra la “dictadura parlamentaria del gigantesco partido de la oposición que ejerce constantemente la violencia legislativa con su mayoría parlamentaria”.
También, el mandatario cuestionó que esta decisión se “considere una rebelión interna la decisión constitucional y el acto de gobierno del presidente, tomado tras analizar que no había otro camino”.
Con respecto a la nueva investigación en su contra, el mandatario surcoreano indicó: “Ya sea un juicio político o una investigación, lo afrontaré de manera limpia”.
“Lucharé hasta el final para evitar que las fuerzas y grupos criminales que han sido responsables de paralizar el Gobierno del país y perturbar el orden constitucional de la nación amenacen el futuro del país”, aseguró.
De acuerdo con una encuesta realizada por la empresa Realmeter y recogida por la agencia de noticias surcoreana Yonhap, casi el 75 por ciento de la población está a favor de la dimisión o destitución inmediata del jefe de Estado por su declaración de la ley marcial.
Por otro lado, más del 65 por ciento de los encuestados dijeron que estaban experimentando estrés o trauma como resultado de los disturbios posteriores a la declaración.
La Policía allanó la oficina del presidente
El miércoles, la Policía surcoreana allanó la Oficina Presidencial y sedes policiales como parte de una investigación sobre la imposición de la ley marcial la semana pasada por el presidente del país, Yoon Suk-yeol. Durante la redada, el mandatario no se encontraba en su despacho, según los investigadores.
El mandatario surcoreano tiene prohibido abandonar el país, ya que tiene una investigación en su contra por “insurrección” por la breve suspensión del mando civil el 3 de diciembre.
Estos registros tienen lugar poco después de la detención este miércoles del jefe de la Policía Nacional, Cho Ji Ho, y del responsable del mismo cuerpo de la capital surcoreana, Kim Bong Sik, por presunta insurrección.
Con información de EFE y Europa Press