Tegucigalpa, Honduras.- Desde la clandestinidad y con la voz quebrada por la tensión, el general en condición de retiro Romeo Vásquez Velásquez reapareció ante la opinión pública para lanzar una advertencia que sacude a Honduras: “Si me atrapan, me matan en la cárcel”. Sus palabras, cargadas de miedo y desafío, fueron escuchadas en una entrevista exclusiva transmitida desde Miami por la periodista hondureña Neida Sandoval, donde el exjefe militar aseguró que sigue oculto en el territorio nacional.
Romeo Vásquez enfrenta acusaciones formales por los crímenes cometidos durante el golpe de Estado de 2009, incluyendo el asesinato de Isy Obed Murillo, un joven de 19 años, y la tentativa de homicidio contra Alex Roberto Zavala. Ambos hechos ocurrieron en el contexto de las masivas protestas ciudadanas que estallaron tras la expulsión del entonces presidente Manuel Zelaya Rosales.
En un giro dramático, el ministro de Seguridad Gustavo Sánchez anunció recientemente una recompensa de hasta un millón de lempiras para quien proporcione información que permita capturar a Vásquez Velásquez, quien fue detenido el pasado 6 de enero de 2025, pero luego fue beneficiado con arresto domiciliario, medida revocada el 3 de marzo, momento exacto en el que desapareció y se convirtió oficialmente en prófugo de la justicia.
“No he salido del país. Estoy enmontañado”: el mensaje de un hombre que dice temer por su vida
Lejos de huir al extranjero, como algunos rumores aseguraban, el exmilitar afirmó que no ha salido de Honduras y que se encuentra “enmontañado”, escondido en zonas rurales o boscosas del país. En sus propias palabras, «prefiero el monte a una celda que puede ser mi tumba».
Durante la entrevista, Vásquez fue enfático al decir que no confía en el sistema penitenciario actual:
“Sé lo que me espera en la cárcel, y no es justicia. Es venganza. Si me encierran, me matan.”
También reveló que su hija, María Fernanda Vásquez, reconocida tiktoker hondureña, ha sido víctima de amenazas anónimas, lo cual ha afectado profundamente a su familia. Esta situación lo llevó a interponer una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), buscando protección internacional y la oportunidad de exponer su caso ante el mundo.
¿Perseguido político o prófugo de la justicia? La nación dividida
Las declaraciones de Vásquez han generado una ola de reacciones. Algunos sectores lo ven como un mártir y víctima de persecución política, mientras que otros lo consideran un actor central en una etapa oscura de la democracia hondureña, que debe responder ante la justicia sin privilegios ni evasiones.
Mientras tanto, el Gobierno de Honduras redobla esfuerzos en su búsqueda, activando redes de inteligencia y vigilancia para dar con su ubicación exacta. El ofrecimiento millonario por su captura evidencia el nivel de prioridad que se ha dado a su aprehensión.
El caso Romeo Vásquez se ha convertido en un símbolo del pasado que aún sangra, un eco de una herida nacional que no ha sanado, y una alerta sobre la polarización política y la justicia selectiva en el país.
La historia continúa… y el país observa
¿Se entregará Romeo Vásquez? ¿Podrá probar su inocencia o será condenado por la historia y los tribunales?
Mientras tanto, la montaña es su refugio, la radio su tribuna, y la incertidumbre su única certeza. La historia aún no tiene un final, pero cada palabra que pronuncia reaviva un pasado que sigue presente. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com