Rusia anunció que ya no se considera sujeta a limitaciones para desplegar misiles de alcance intermedio y corto, una señal clara de endurecimiento militar en medio de crecientes tensiones con Occidente. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú “ya no se considera limitada por nada” y que tiene derecho a tomar “las medidas apropiadas, si es necesario”.
“Rusia ya no tiene ninguna restricción en este asunto”, dijo el vocero en su rueda de prensa diaria. “Las decisiones sobre este delicado asunto no se harán públicas”, agregó, en referencia a que el despliegue o no de este tipo de armamento se mantendrá en secreto por tratarse de una cuestión militar.
Según el comunicado de la cancillería, “la Federación Rusa no se considera más ligada por las limitaciones que se impuso en el pasado”, dado que “las condiciones para mantener esa moratoria han desaparecido”. Moscú responsabiliza a Estados Unidos y a sus aliados por lo que considera una carrera armamentista en curso.
La tensión se incrementó esta semana tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a lo que calificó como una amenaza rusa. Tres días después, Moscú dio por terminado su compromiso unilateral de no desplegar este tipo de armamento.
Putin ya había anticipado esta decisión en diciembre pasado, cuando advirtió que Rusia podría levantar la moratoria ante el incremento de las actividades militares estadounidenses.
Más allá del plano estrictamente militar, Moscú también reaccionó a los recientes dichos de Trump sobre las relaciones energéticas de India con Rusia. El presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles si Nueva Delhi no pone fin a sus compras de petróleo ruso. Peskov consideró esa amenaza como “ilegítima” y defendió el derecho de los países soberanos a elegir a sus socios comerciales.
“Es inaceptable obligar a los países a romper sus relaciones comerciales con Rusia”, afirmó el portavoz del Kremlin, dejando claro que Moscú buscará preservar sus vínculos económicos con Asia pese a la presión de Washington.
El tratado INF (Intermediate-Range Nuclear Forces), firmado en 1987 por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, prohibía el desarrollo, producción y despliegue de misiles terrestres con alcances de entre 500 y 5.500 kilómetros. Fue considerado uno de los pilares del control de armamento durante el final de la Guerra Fría.
En 2019, tanto Rusia como Estados Unidos abandonaron el tratado tras acusaciones mutuas de violaciones. Desde entonces, no existe un marco legal bilateral que limite la proliferación de este tipo de misiles.
El otro gran acuerdo aún vigente, el tratado Nuevo START, limita las ojivas nucleares estratégicas desplegadas por ambas potencias. Su vigencia se extiende hasta febrero de 2026. Rusia suspendió su participación en los mecanismos de inspección del tratado en 2023, tras el inicio de la guerra en Ucrania, aunque no lo ha denunciado formalmente. Con información de Infobae