Tegucigalpa, Honduras.- El padre Leopoldo Serrano, de la parroquia San Roque en Santa Bárbara, ha iniciado una maratónica caminata de 240 kilómetros desde San Pedro Sula hasta Tegucigalpa para exigir soluciones a los problemas de las familias damnificadas en la Aldea La Reina, ubicada en el municipio de Protección.
El sacrificio de amor comenzó el jueves por la mañana, con la compañía de 10 personas, incluidos dos seminaristas, algunos habitantes de la comunidad y amigos. El grupo partió desde la ciudad industrial del país con el objetivo de llegar a la capital y reunirse con la presidenta Xiomara Castro, para plantear las necesidades de la aldea afectada por los desastres naturales de 2020.
Equipado con una botella de agua y una fe inquebrantable, el padre Leopoldo inició su travesía, describiéndola como un «sacrificio de amor» por los habitantes de su comunidad. «Es un sacrificio por amor a los que sufren, esa gente ha sufrido mucho por cuatro años».
La comunidad de La Reina perdió sus viviendas y pertenencias debido a un alud de tierra causado por las tormentas Eta e Iota en 2020. Trasladados a una nueva comunidad llamada San Francisco de Asís en Macuelizo, Santa Bárbara, las promesas gubernamentales de reconstrucción y mejoras nunca se cumplieron.
«Mi caminata es para encontrarme con la presidenta y compartir las necesidades de la colonia San Francisco de Asís. Los damnificados están marginados y olvidados, con muchas promesas incumplidas», expresó el sacerdote.
El viaje ha sido arduo y desafiante para el padre Leopoldo, quien a sus 59 años sufre de hipertensión. A pesar de una crisis de presión alta y llagas en los pies, su determinación de llegar a Tegucigalpa para ser escuchado por la presidenta es firme. «Ayer se me subió la presión, hoy estoy estable. Ellos han sufrido por cuatro años y no los han escuchado, entonces quiero sufrir por ellos», afirmó.
Durante su travesía, el padre ha recibido apoyo de diversas personas y parroquias. La primera noche fue acogido por un párroco en Potrerillos, y confía en que encontrará ayuda en el camino para alimentación y alojamiento. Su meta es llegar a Tegucigalpa el martes o miércoles para dialogar con la mandataria.
Los damnificados de La Reina enfrentan múltiples problemas, incluyendo la falta de una calle pavimentada, la construcción de una escuela, la terminación de un proyecto de electrificación y la planta de tratamiento, así como la legalización de los terrenos. El padre Leopoldo estima que se necesitan unos 40 millones de lempiras para completar estos proyectos.
Desde el viernes, agentes de la Policía Nacional se han unido a la caminata para garantizar la seguridad del grupo, tomando la presión del padre regularmente para evitar complicaciones. «He agotado los intentos de hablar con la presidenta, he pedido ayuda a diputados, gobernadores y alcaldes, pero sin éxito. Ahora camino con la esperanza de ser escuchado«, concluyó el sacerdote.
El padre Leopoldo ha hecho un llamado a la ciudadanía para que lo apoye durante su viaje con agua, alimentos y lugares donde dormir, esperando que su sacrificio logre atraer la atención necesaria para resolver las necesidades de los damnificados de La Reina. Redacción Allan Cerrato.