Tegucigalpa, Honduras.- El gremio cafetalero de Honduras ha fijado una meta ambiciosa para el cierre de 2025: alcanzar al menos 2 mil millones de dólares en divisas gracias a la exportación de alrededor de 7 millones de sacos de café. Este optimismo se basa en el constante aumento del precio del café a nivel internacional, lo cual está impulsando tanto las exportaciones como el crecimiento económico del país.
Carlos Murillo, subsecretario de caficultura de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), expresó su confianza en las perspectivas positivas para la cosecha de café, señalando que si se cumplen las expectativas de exportación, Honduras logrará un hito económico. “Si se concreta el pronóstico de exportación de 7 millones de sacos de café, Honduras podría generar cerca de 2 mil millones de dólares en divisas”, afirmó Murillo, destacando el impacto del sector cafetalero en la economía nacional.
Honduras se posiciona como el mayor exportador de café en Centroamérica, un dato que resalta la relevancia de esta industria en la economía del país. El café representa cerca del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y alrededor del 30% del PIB agrícola, lo que subraya su vital importancia para el desarrollo económico.
En cuanto a la cosecha, Murillo detalló que Honduras está actualmente a un 40% de la cosecha de café, una cifra alentadora que mantiene las expectativas positivas sobre la producción. “El precio internacional ha sido un factor clave en el buen momento que atraviesa la caficultura hondureña”, afirmó Murillo, subrayando cómo la valorización del grano ha repercutido directamente en los ingresos de los productores nacionales.
Uno de los factores que sustenta estas previsiones es el papel fundamental de las 102 mil familias productoras de café en Honduras. Estas familias no solo son responsables de la cosecha, sino que también son pilares en la economía local de sus respectivas zonas. La temporada de cosecha comienza cada año en octubre y finaliza en marzo, marcando un ciclo crucial para la estabilidad económica de estas comunidades rurales.
La exportación de café, al ser una de las principales fuentes de divisas del país, se enfrenta a desafíos constantes, pero también muestra un camino de resiliencia frente a los cambios del mercado internacional. La expectativa para 2024/2025 es mantener el ritmo de crecimiento, lo cual es vital para seguir sosteniendo la economía hondureña durante la próxima década.
En resumen, el futuro del sector cafetalero de Honduras parece prometedor, con un pronóstico de crecimiento alentador que, si se materializa, aportará significativamente al desarrollo del país. Con una cosecha robusta y precios internacionales favorables, Honduras tiene una oportunidad única de consolidarse aún más como líder mundial en la exportación de café. Redacción Laura Valladares