Tegucigalpa, Honduras – El secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Daniel Durón, expresó este lunes que el esperado incremento salarial al sector público de Honduras está “pendiente de un hilo”, ya que aún no se ha aprobado el Presupuesto General de la República 2025. Durón recordó que este aumento para los burócratas del país depende de los fondos que aún no están garantizados, generando incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones salariales.
El anteproyecto del Presupuesto General de la República fue aprobado el pasado 9 de septiembre en el Consejo de Ministros, pero aún debe recibir la aprobación en el Congreso Nacional. A pesar de los esfuerzos, las distintas fuerzas políticas no han logrado un consenso sobre este importante tema, lo que ha generado un clima de expectativa en el país. Hoy se discutirá nuevamente el anteproyecto en el Congreso, buscando llegar a una decisión.
El anteproyecto establece un Presupuesto de 430 mil 980 millones de lempiras, lo que representa un aumento de 23 mil millones de lempiras respecto al presupuesto de 2024, un incremento del 5.8%. Este aumento busca cubrir las necesidades del país, pero aún depende de la aprobación de los legisladores para garantizar su ejecución. De no ser aprobado, el país tendría que continuar operando con el mismo presupuesto de 2024, lo que podría afectar los ajustes salariales.
Durón subrayó que de no aprobarse el presupuesto, no se garantizarán los fondos suficientes para un ajuste salarial para los trabajadores públicos. En este contexto, la incertidumbre persiste, ya que la falta de aprobación podría obstaculizar las mejoras económicas para el sector público, que depende de estos recursos para mantenerse a flote.
Según lo establecido por la Constitución de la República, el Presupuesto General de la República debe ser aprobado antes del 31 de diciembre de cada año. Sin embargo, dada la situación actual, se deberá recurrir nuevamente a una excepción de esta regla, ya que el Congreso Nacional no volverá a sesionar sino hasta el próximo año. Esto pone en evidencia las dificultades que enfrenta el país para llevar adelante su planificación financiera en un tiempo adecuado.
El aumento esperado para los trabajadores públicos no es solo una cuestión de aumento salarial, sino que también implica un reto en la gestión económica del gobierno, que debe encontrar el balance adecuado entre los fondos disponibles y las necesidades de la población. Las negociaciones seguirán siendo un punto clave para el futuro de los burócratas y la estabilidad económica de Honduras. Redacción Laura Valladares.