TDAH: Consejos para ayudarles en casaTDAH: Consejos para ayudarles en casa

Cuando hablamos de TDAH (por Déficit de Atención e Hiperactividad) nos estamos refiriendo a un trastorno de tipo neurobiológico que tiene su origen en la infancia y que conlleva la aparición de déficit de atención, hiperactividad y en ocasiones impulsividad.

En concreto si nos centramos en la etapa infantil podemos encontrar varias dificultades, muchas de ellas centradas en el ámbito escolar. En este sentido podemos citar:

  • Dificultad para terminar las tareas y por tanto las presentan incompletas.
  • Se comenten errores como consecuencia de la falta de atención.
  • Mala organización.
  • Impulsividad para hablar.
  • Facilidad para distraerse.
  • Aparecen conductas inapropiadas.
  • Interrumpen de forma constante.
  • En ocasiones pueden aparecer comportamientos agresivos.
  • Aparecen dificultades para seguir las normas.
  • Impaciencia y dificultad para esperar su turno.
  • Pueden aparecer problemas para pensar antes de actuar.
  • Se producen olvidos y despistes de forma frecuente.
  • Parece que no escuchan cuando se les habla.
  • Se pueden percibir movimientos frecuentes de manos y pies.

Tienen tendencia a levantarse a menudo de su asiento.

Teniendo en cuenta las dificultades que acabamos de mencionar, consideramos interesantes antes de comenzar a enunciar las distintas actividades para realizar con niños y niñas que presenten TDAH, exponer algunas recomendaciones para los padres que pueden ser de utilidad a la hora de realizar estas actividades con sus hijos.

Recomendaciones para padres con niños que presenten TDAH

Las recomendaciones que expondremos a continuación ayudarán tanto a padres como a hijos. Harán que los primeros aprendan a entender mejor a su hijo y les proporcionará algunas herramientas para poder ayudarlos, a los segundos les hará sentirse más comprendidos y les facilitarán las tareas y las situaciones a las que tengan que enfrentarse. Por último, ambos se beneficiarán, ya que esto puede propiciar un mayor entendimiento y compenetración y por tanto una mejor relación paterno filial.

La importancia de estructurar el día: Un ambiente estructurado puede facilitarle a un niño con TDAH el hecho de poder llevar una mayor organización de sus tareas cotidianas. Además, que al ambiente tenga un alto nivel de estructuración también ayuda a que sea más predecible y por tanto permite una mayor simpleza para que el niño pueda crear rutinas que eviten, por ejemplo, los descuidos innecesarios.

Para conseguir su colaboración: Una de las quejas de los padres con niños con TDAH es que sus hijos e hijas tienen tendencia a desobedecerlos, para evitar este hecho se proponen algunos consejos sencillos:  

Las órdenes y las indicaciones deberán darse de una en una, es decir, no mandaremos una tarea a nuestro hijo hasta que no haya terminado la anterior.

Descomponer peticiones amplias en tareas más pequeñas. Si queremos que limpie su habitación lo descompondremos en tareas más sencillas: hacer la cama, recoger los juguetes, llevar la ropa sucia al cesto…

Las indicaciones deben ser concretas. Si le pedimos a un niño que se porte bien esto puede tener muchas interpretaciones, mientras que si lo que le pedimos es que esté sentado si que no hay lugar a error.

Pedirle al niño que repita la indicación que se le acaba de dar. De esta forma podremos cerciorarnos de que ha entendido lo que se le pide.

Siempre que se pueda las peticiones deberán de hacerse en positivo. En vez de decirle al niño, por ejemplo, que no grite podemos pedirle que intente hablar más bajito.

Fomenta lo bueno de tu hijo: Conocer y fomentar los puntos fuertes del niño puede ayudar a fomentar su autoestima así como también suponer una herramienta para poder enfrentarse a las dificultades.

Premios y castigos deben ser contingentes: Debe transcurrir el menos tiempo posible entre una acción y su consecuencia, ya sea positiva o negativa. De esta manera el niño es capaz de asociar de forma correcta antecedente y consecuente.

Los aprendizajes están por encima de las notas: Las expectativas de los padres con respecto a la obtención de buenas calificaciones académicas por parte de sus hijos puede provocar en ellos frustración y baja autoestima si no lo consiguen. En niños con TDAH este aspecto es más relevante ya que ellos presentan manifiestas dificultades que afectan a sus procesos de aprendizaje.

1. Eliminar las etiquetas: Si a un niño que tiene un comportamiento inadecuado lo catalogamos de malo, esa etiqueta a la larga será aceptada por todos, sus compañeros. los adultos e incluso el propio niño. Por ello es preferible centrarse en la conducta que queremos corregir e intentar reformularla en positivo.

2. Planificar situaciones complicadas: Trabajar y comentar con nuestro hijo lo que se espera de él en determinadas situaciones concretas puede ayudar a que sepa cómo reaccionar y comportarse ante ellas y que por tanto pueda mejorar su conducta.

3. Moverse a cámara lenta

Otra manera que se puede utilizar para trabajar la atención, la inhibición y también la gestión del comportamiento del niño es realizar determinadas acciones concretas a cámara lenta. Esto se puede plantear como una actividad tanto en grupo como de forma individual. En un primer momento se puede hacer con conductas aisladas, después con acciones que estén relacionadas e incluso se puede crear una historia a partir de esto. Por ejemplo, se les puede decir a los niños que son astronautas que están en la luna y que deben hacer algunas tareas, después dejarles actuar como ellos quieran.

4. La técnica de la tortuga

Esta es una técnica que, aunque simple, ayuda al niño a aprender a regular su conducta y como consecuencia de ello también, en la medida de lo posible, a controlar su impulsividad. El juego es sencillo, se trata de que el pequeño aprenda a transformarse en una tortuga. Las tortugas se mueven lentamente y actúan poco a poco y cuando hay alguna amenaza se esconden en su caparazón y de esta manera pueden tranquilizarse.

5. Los juegos de parejas

Volvemos a otro juego clásico que nos puede ser muy útil para trabajar memoria y atención con nuestro hijo. En este juego, normalmente de cartas, aunque puede jugarse con otros elementos, tendremos que encontrar las parejas entre un grupo de cartas que se encuentran boca abajo. Tendremos que levantarlas solo de dos en dos y si no se acierta hay que volverlas a dejarlas tapadas.

6. Los juegos de construcción

Los juegos de bloques o los mecanos, son elementos que fomentan la creatividad del niño y que además requieren atención a los detalles, capacidad de planificación, regulación de conducta y psicomotricidad. Son actividades muy versátiles que pueden adaptarse fácilmente a los gustos, preferencias y destrezas del pequeño.

7. Jugar al eco

Con esta actividad vamos a trabajar la atención y la memoria de trabajo verbal, además nos proporciona la ventaja de que se realiza el grupo, de manera que también nos permite trabajar aspectos de interacción social. En este juego un niño dice una palabra cualquiera y el resto tiene que repetir las últimas sílabas como si fueran el eco. También puede hacerse más complejo de forma que el eco no lo hagan todos los niños a la vez, sino que tendrían que hacerlo de forma escalonada.

8. Juguemos a las palabras

En este juego trabajaremos la atención sostenida. Como casi todos los juegos que hemos estado exponiendo, tiene diversas formas de hacerlo. Nosotros iremos diciendo letras al azar y el niño tendrá que hacernos una señal cuando escuche aquella letra por la que empiece su nombre. La señal puede ser cualquiera, una palmada, levantar la mano…

Otra variante de este juego sería hacerlo con palabras, en la que lo que digamos al azar sean palabras y que el niño deba indicarnos cuando aparezca una en concreto.

9. ¿Qué objeto es el que falta?

En este juego se le presentan al niño un número de objetos y este tiene un tiempo para fijarse en ellos y memorizarlos. Después se le pide que cierre los ojos y en ese momento se retira uno. El niño tendrá que decirnos cuál se ha sacado del conjunto. Este juego puede complicarse de diversas maneras: Añadiendo más objetos, dejando menos tiempo para memorizar o retirando más de un objeto.

10. El juego del ahorcado

Otro juego clásico, fácil y que se puede jugar en cualquier momento y lugar. Consiste en adivinar una palabra secreta de la que solo conocemos el número de letras que tiene. Iremos diciendo letras y si acertamos estas se sitúan en la palabra si cometemos un número determinado de fallo de fallos habremos perdido. Con este juego trabajaremos la capacidad de organización, la atención sostenida, la inhibición de la conducta y la planificación.

11. Palabras encadenadas

Continuamos con los juegos clásicos y también con aquellos que tienen que ver con las palabras. En esta actividad tendremos que crear una cadena de palabras, para conseguir esto los jugadores deberán, por turnos, decir una palabra que empiece por la última sílaba de la palabra anterior. Con este juego trabajaremos atención y también un aspecto muy relevante por su relación directa con el juego que es el hecho de esperar el turno.

12. Las imitaciones

En este juego una persona realiza un acción o un conjunto de acciones y el resto de los jugadores tienen que intentar repetir esa acción de la forma más parecida posible al modelo. Con este ejercicio estamos trabajando atención y memoria.

13. Inventarnos un idioma

La idea con este ejercicio es que nos inventemos un símbolo para cada una de las letras del alfabeto. Con esta clave podremos escribir todos los mensajes los que queramos y el niño tendrá que descifrarlos. Esta técnica puede combinarse con otros juegos como puedes ser las pistas, un gymkana o incluso un Escape Room.

14. Los puzles

No podemos olvidar este clásico de los juegos con los que podremos entrenar la atención. Son muchas las variantes disponibles y también los niveles de dificultad. En este sentido podremos elegir el tipo de puzle, la temática del mismo e incluso el número de piezas.

15. Simón dice

Con este juego se puede trabajar la habilidad de concentración y también la de recibir y asimilar instrucciones. Uno de los jugadores asume el rol de Simón y es el que va enumerando lo que hay que hacer. Los jugadores solo tienen que seguir las instrucciones que comiencen con la frase “Simón dice”. Se eliminan a aquellos jugadores que no sigan las instrucciones precedidas de la frase anterior y también aquellos que realicen la acción que no va precedida de la frase clave.

Es conveniente señalar que, sobre todo en aquellos juegos que necesiten gran cantidad de atención, sería conveniente que estuvieran divididos en pequeñas sesiones de manera que el niño pueda descansar entre juego y juego. De esta manera evitaremos el agotamiento y también la posible frustración que pueda surgir.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!