Johnson Shan-Son Kung, investigador asociado del División de Política China, Conceptos Militares y de Guerra perteneciente al Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad Nacional, analiza la dinámica militar de China en el estrecho de Taiwán, un punto geopolítico que se ha mantenido en tensión en los últimos meses.

En esta breve entrevista, Kung expone las fluctuaciones en las actividades del Ejército Popular de Liberación y su impacto en la estabilidad regional. Recientemente, la situación ha sido “inusualmente tranquila”, de acuerdo con el analista y académico. El Ministerio de Defensa Nacional taiwanés confirmó la ausencia de incursiones aéreas por parte de China durante varios días consecutivos, un hecho que podría indicar un cambio temporal en la estrategia militar de Beijing.

Sin embargo, en medio de esos días, el régimen conducido por Xi Jinping hizo un inquietante test: el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) hacia el Océano Pacífico. El misil, con una cabeza nuclear simulada, impactó en las “áreas previstas” aunque Beijing no reveló el lugar de lanzamiento ni el de impacto. Sin embargo, la revistas Newsweek indicó que probablemente había sido enviado desde la provincia meridional de Hainan. Al parecer, la cabeza nuclear falsa cayó en el océano al norte de Tahiti, a 7.400 millas de distancia (11900 kilómetros). Presentada a priori como un ensayo rutinario representa, sin embargo, una nueva etapa en el creciente y amenazante desarrollo armamentístico de la autocracia china.

Pasando por alto esta información, Kung también profundiza en la influencia de factores externos en el vínculo entre ambas naciones, como el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de noviembre próximo. Según su análisis, la posición de Washington, así como la percepción de Japón sobre las acciones chinas jugarán un papel decisivo en la evolución de las tensiones. El académico destaca que, a largo plazo, las perspectivas de paz y estabilidad dependerán no solo de las posturas políticas de Taiwán, sino también de la capacidad de Estados Unidos y sus aliados para contener las ambiciones regionales de China.

La situación en el estrecho de Taiwán esta semana ha sido inusualmente pacífica. El Ministerio de Defensa Nacional de la República de China anunció el 24 de septiembre las últimas actualizaciones sobre la dinámica espacial y marítima del Ejército Popular de Liberación alrededor del estrecho de Taiwán. Por dos días consecutivos, ninguna aeronave del Ejército Popular de Liberación ingresó a la Zona de Identificación de Defensa Aérea de nuestro país.

Después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos las relaciones a través del estrecho pueden entrar en una nueva etapa, por lo que si la situación se intensificará o se aliviará dependerá de los resultados de las elecciones.

A largo plazo, China no se reconciliará con el gobierno del PPD (Partido Progresista Democrático) de Taiwán porque desde hace mucho tiempo han establecido que el presidente Lai Ching-te es un activista de la independencia taiwanesa. Otro factor influyente es Estados Unidos. Si (Donald) Trump es elegido y cumple sus promesas preelectorales, será más duro con China. La situación a través del estrecho también se volverá más tensa y podría llevar a un conflicto.

Con respecto a la paz y la estabilidad a través del estrecho, los próximos cuatro años serán vistos desde una perspectiva relativamente pesimista debido a la respuesta a la tercera pregunta. Estados Unidos y Japón han fortalecido gradualmente la cooperación bilateral en seguridad en Asia Oriental. El 25 de septiembre, la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón también envió un buque de guerra a través del estrecho de Taiwán por primera vez, lo cual fue una afirmación de postura hacia China. La situación actual alrededor de Taiwán solo puede contrarrestar el comportamiento expansionista de China y lograr una estabilidad real con la postura firme conjunta de Estados Unidos y sus aliados.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!