En un giro impactante durante el sexto día del juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández, un testigo clave ha lanzado acusaciones explosivas, confirmando una solicitud de armas para asesinar al entonces presidente en el año 2014. Estas revelaciones han agitado el panorama político y judicial hondureño, provocando un aluvión de atención pública y avivando aún más las llamas de un caso ya de por sí explosivo.
El testigo, identificado como miembro del Cartel de Sinaloa bajo el seudónimo de Luis Pérez, pero cuyo nombre real es Alex Monroy Murillo, desató una serie de revelaciones sensacionales durante su testimonio en el juicio. Entre estas, destacó su afirmación de que Arnulfo Valle, líder del cartel de los Valle Valle, le solicitó armamento con el objetivo de asesinar a Juan Orlando Hernández Alvarado en el año 2014. Este testimonio arroja nueva luz sobre los oscuros vínculos entre el crimen organizado y la política en Honduras, poniendo en entredicho la estabilidad del gobierno y la integridad del sistema judicial.
Monroy Murillo también implicó al excalde capitalino y precandidato presidencial, Miguel Pastor, al afirmar que este recibió una suma considerable de dinero para su campaña en el año 2005, cuando disputaba la candidatura presidencial con Porfirio Lobo Sosa. Estas acusaciones han sacudido los cimientos del establishment político hondureño, generando un torbellino de especulaciones y demandas de transparencia.
Las revelaciones explosivas de este testigo han añadido un nuevo capítulo de drama y controversia al ya tumultuoso juicio contra Juan Orlando Hernández. La conexión entre el crimen organizado y la élite política ha quedado expuesta ante los ojos del público, generando un clamor por el fin de la impunidad y la corrupción en Honduras. Con cada nueva revelación, se profundiza la incertidumbre sobre el destino político y judicial del país, mientras la atención mundial se centra en este caso que amenaza con redefinir el futuro de Honduras. Redacción Bruce Villatoro CEO HonduPrensa.Com