Tegucigalpa, Honduras.- El 01 de enero de 2022, una joven hondureña, Angie Peña, desapareció en la paradisiaca isla de Roatán, ubicada en el Caribe de Honduras. Hoy, tres años después de este enigmático suceso, las respuestas sobre su paradero siguen siendo inciertas, dejando a su familia y a la sociedad hondureña con más preguntas que respuestas.

Angie Peña celebraba la llegada del Año Nuevo en la isla y decidió disfrutar de un paseo en jet ski. Sin embargo, tras subirse a la moto acuática, nunca regresó, desapareciendo sin dejar rastro. A partir de ese momento, el paradero de la joven se convirtió en un misterio sin resolver, generando una ola de incertidumbre entre los habitantes de la isla y el resto del país.

A pesar de la falta de evidencia tangible sobre el destino de Angie Peña, autoridades hondureñas mantienen la esperanza de que la joven sigue con vida. La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ha afirmado en diversas ocasiones que Angie Peña permanecería viva. Su afirmación, aunque esperanzadora, no ha hecho más que aumentar la tensión y la ansiedad en la familia de la joven, quienes exigen respuestas claras sobre su paradero.

En un mensaje en abril de 2024, la viceministra Villanueva comentó que ya se conocían detalles cruciales sobre el caso, afirmando que «ya sabemos quién la tiene -Angie Peña- y sabemos que sucedió alrededor de su rapto». Este pronunciamiento, que apunta a un posible secuestro, ha añadido un giro inquietante a la investigación.

El caso, manejado como un secuestro desde las primeras indagatorias, ha tomado un giro más oscuro cuando las autoridades comenzaron a vincularlo con redes de trata de personas que operan en Honduras, particularmente en la isla de Roatán. En este sentido, las autoridades han centrado sus esfuerzos en una posible red criminal que utiliza la isla como centro de operaciones para actividades ilegales.

En los últimos tres años, más de diez personas, tanto hondureños como estadounidenses, han sido detenidas bajo cargos relacionados con una organización criminal conocida como «Delta Teams». A esta organización se le atribuyen delitos graves como trata de personas, prostitución de menores, y pornografía infantil, lo que ha aumentado las sospechas de que esta red podría estar detrás de la desaparición de Angie Peña.

A pesar de las detenciones y los esfuerzos de las autoridades, el caso sigue sin resolverse y persiste el misterio sobre la desaparición de la joven. La impunidad y la falta de respuestas claras siguen rondando este caso, dejando una sensación de inseguridad en la sociedad hondureña y un vacío doloroso en la familia de Angie Peña.

Mientras las autoridades mantienen su investigación, la comunidad hondureña espera que la verdad salga a la luz, y que la joven Angie Peña regrese a casa sana y salva. Este caso ha generado una creciente preocupación sobre la seguridad en Roatán y las implicaciones de las redes de trata que operan en las islas del Caribe hondureño. Redacción Ruth Corrales.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!