Tegucigalpa, Honduras.- En el Día Internacional contra el Acoso Escolar, el Observatorio de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) emitió una advertencia contundente ante el alarmante incremento del bullying en los centros educativos de Honduras.
De acuerdo con su más reciente estudio, tres de cada diez estudiantes hondureños son víctimas de acoso escolar, cifra que aumenta hasta cinco de cada diez en departamentos como Cortés, Atlántida y Francisco Morazán, donde la problemática toma mayor fuerza.
El coordinador del Observatorio, Mario Alas, señaló que el acoso escolar va más allá de agresiones físicas o verbales. Incluye también hostigamiento psicológico, exclusión social y hasta extorsión entre compañeros, modalidades que han proliferado silenciosamente en los últimos años. “Este problema se está volviendo cada vez más complejo y silencioso; hay niños que sufren sin que sus padres o maestros lo noten”, advirtió Alas.
El estudio, realizado en más de 200 centros educativos públicos y privados, también reveló un preocupante incremento del ciberacoso, sobre todo entre estudiantes con acceso frecuente a redes sociales, donde los ataques pueden ser constantes, anónimos y difíciles de identificar.
Entre las principales señales de alerta mencionadas por la UPNFM se encuentran:
– Cambios bruscos de comportamiento
– Aislamiento social
– Miedo a asistir a clases
– Bajo rendimiento académico
Ante esta situación, la institución instó a padres, docentes y autoridades educativas a mantener vigilancia activa y actuar de inmediato ante cualquier señal de riesgo.
Asimismo, recomendó reforzar campañas de concientización, capacitar al personal docente en detección temprana y promover entornos escolares seguros, inclusivos y libres de violencia.
El Observatorio subrayó la necesidad de poner en marcha protocolos de atención inmediata, fortalecer la orientación escolar y crear redes de apoyo entre instituciones educativas, familias y organizaciones sociales.
Especialistas advierten que las víctimas de bullying pueden desarrollar ansiedad, depresión, deterioro académico e incluso optar por abandonar la escuela. “La escuela debe ser un espacio de protección, no de sufrimiento; es responsabilidad de todos actuar a tiempo”, insistió Alas.
La UPNFM reiteró su compromiso de seguir evaluando el fenómeno del acoso en Honduras para generar acciones que promuevan ambientes educativos seguros, respetuosos y protectores para la niñez. Redacción Omar Z.A.
