Tegucigalpa, Honduras.- La ministra de Salud, Carla Paredes, rechazó enérgicamente las acusaciones que señalan el uso obligatorio de mascarilla como un supuesto boicot a la marcha por la paz y la democracia convocada por las iglesias Católica y Evangélica para el próximo 16 de agosto.

Paredes calificó los señalamientos como «absurdos y sin fundamento», lamentando que “incluso personas con nivel académico” los estén replicando. En rueda de prensa, aseguró que la única intención de la Secretaría de Salud es salvaguardar la salud pública. “Estos comentarios son parte de una politiquería barata. Lo único que buscan es cinco minutos de fama”, expresó la funcionaria.

Medidas sanitarias, no políticas

La ministra recordó que la prevención es la mejor defensa ante cualquier rebrote viral, por lo que recomendó a los asistentes portar gel antibacterial y mascarilla, especialmente si estarán expuestos en aglomeraciones.

“Desde Salud no queremos que nadie regrese enfermo a casa”, puntualizó, insistiendo en que solo los médicos, epidemiólogos y salubristas están calificados para opinar sobre medidas sanitarias, y no actores políticos.

Llamado a la responsabilidad

Paredes exhortó a la población a cuidar a los adultos mayores y personas con condiciones de riesgo, reiterando que el uso de mascarilla es una recomendación de salud pública y no una herramienta de censura o sabotaje.

La marcha interreligiosa del 16 de agosto ha generado un amplio debate luego que algunas voces del oficialismo pidieran a los funcionarios no participar para mantener la naturaleza apolítica del evento, aunque líderes religiosos insisten en que se trata de una manifestación ciudadana por la paz y el respeto democrático. Redacción Ruth Corrales

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