Tegucigalpa, Honduras.- El vicecanciller de Asuntos Consulares y Migratorios de Honduras, Antonio García, declaró recientemente que el gobierno de Estados Unidos debe obtener permiso de Honduras para que los vuelos de deportados lleguen en grandes cantidades. Desde 2015, Honduras ha mantenido un acuerdo con Estados Unidos que establece un promedio de 10 vuelos de deportados por semana. Este acuerdo regula el flujo de deportaciones, y no hay cambios en el número de vuelos, según el funcionario.

García explicó que esta semana, durante los primeros días de 2025, tres vuelos de deportados llegaron a Honduras, una cifra que está dentro de lo previsto por el acuerdo bilateral. Cada vuelo transporta cerca de 180 personas, lo que implica que, en total, 540 hondureños han sido deportados desde Estados Unidos en esta primera semana del nuevo año. De acuerdo con el vicecanciller, aproximadamente mil personas son deportadas semanalmente desde el país norteamericano.

El flujo de deportados y su impacto en Honduras
Desde la llegada del gobierno actual, las deportaciones no han cambiado, y los vuelos continúan arribando principalmente al aeropuerto de San Pedro Sula, donde los retornados son recibidos y asistidos por las autoridades hondureñas. Según García, el proceso de deportación ha sido constante desde 2015, con más de medio millón de hondureños deportados, aunque se prefiera referirse a ellos como «retornados». Sin embargo, el funcionario aclaró que estas personas han sido deportadas, ya sea por ser detenidas en la frontera o por tener órdenes formales de deportación.

Deportaciones masivas: un tema delicado
El vicecanciller destacó que cualquier intento de realizar deportaciones masivas por parte de Estados Unidos excedería los acuerdos establecidos entre ambos países. García subrayó que Estados Unidos no tiene la capacidad de llevar a cabo un número tan elevado de deportaciones sin la colaboración de Honduras, que es la nación que debe autorizar los aterrizajes de los vuelos de deportados.

Además, el funcionario recordó las palabras de la presidenta Xiomara Castro, quien en su mensaje de fin de año expresó su disposición de dialogar con Estados Unidos sobre el tema de las deportaciones. García resaltó que la base de Palmerola en Honduras ha sido ofrecida como un espacio de cooperación bilateral para evitar situaciones difíciles relacionadas con la diáspora.

El papel de Honduras en la gestión de las deportaciones
El gobierno de Honduras ha dejado claro que trabajará para evitar deportaciones masivas y proteger los intereses de su población. García enfatizó que el gobierno hondureño está comprometido a hacer todo lo posible para asegurar que el acuerdo de deportaciones se cumpla de manera ordenada y sin alterar el bienestar de las familias hondureñas.

Con este enfoque, Honduras continúa jugando un papel fundamental en la gestión de las deportaciones y en la cooperación con Estados Unidos, asegurando que los vuelos de deportados se manejen bajo un esquema controlado que no afecte a la estabilidad social y económica del país. Redacción Wendoly V.V.

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